Foto: Calixto N. Llanes

La Habana. -  EL ESPALDISTA Armando Barrera será uno de los diez cubanos que intervendrán del 25 al 28 próximos en el último clasificatorio para los Juegos Panamericanos precisamente en la piscina donde en Lima acontecerá la natación de esa justa entre julio y agosto venidero.

«Aunque tengo boleto para la cita multideportiva en la capital peruana, la competencia de esta semana allá será para mí de paso, que nos servirá como punto de referencia para observar la marcha de la preparación», precisó a JIT el tritón de 23 años de edad.

El capitalino ganó ese derecho el año pasado en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, donde conquistó medallas de plata en 100 y 200 dorso con marcas A de 55.48 segundos y 2:01.61, respectivamente. El programa de esa justa no contempla los 50 metros.

«Tenemos grandes metas para los juegos, ya que fui finalista en los de Toronto 2015 en la distancia mayor, en esta espero igualar o superar el octavo lugar que ocupé en la final, y también trabajo con mi entrenador Jorge Pérez en busca de mejorar mi desempeño en el hectómetro», manifestó con seguridad.

Armando recordó que en la reciente Copa Marcelo Salado nadó solo los 200 porque se implementó el mismo sistema que se realizará en el clasificatorio que se avecina, en la mañana eliminatoria y final por la tarde, en las que cronometró 2:05.52 y 2:06.17, este último para ganar en la lid con escenario en el Complejo de Piscina Baraguá.

«Acordamos no desgastarme tanto, estábamos ya a una semana del viaje a Lima, donde me presentaré en las dos distancias y trataré de llegar en la mejor condición posible, probando muchas cosas nuevas en las cuales hemos estado entrenando desde enero por las experiencias ganadas en mundiales y demás certámenes», indicó.

Explicó que han hecho hincapié principalmente en las vueltas, los “delfines” subacuáticos y las arrancadas.

«Hace como un mes empecé a trabajar en el cambio de la arrancada, hacerla con mayor velocidad y hacer más rápido los primeros 15 metros de la piscina en cada giro, eso es en lo que más me rezagaba en relación con el resto de los nadadores del mundo.

»Cuando veía mis videos de Barranquilla mi entrenador y yo hicimos un estudio y nos percatamos que en las vueltas es donde más me golpean mis rivales, siempre me sacaban diferencia, en cambio yo los alcanzaba en el tramo, incluso en los últimos 50 metros de los 200 fui el más veloz, quiere decir que los giros y el “delfín” me estaba afectando mucho», reconoció.

«Desde inicio de curso nos proyectamos una preparación en función de mejorar esos elementos, así como en el tercer tramo, en Barranquilla me caí mucho y esa ha sido la idea para hacer más óptimo mis resultados en 200 metros».

»Para los 100 me siento muy fuerte, he ganado mucho en potencia, más la experiencia, he aumentado la velocidad en un tiempo que estuve fuera del equipo y solo nadaba 50 y 100, tuve una buena progresión en el hectómetro, ahora mismo es superior a los 200 que ha sido siempre mi evento principal, pero en los Juegos Panamericanos quiero destacarme en ambos», acotó optimista.

«Cambié esos pequeños detalles que se hacen dentro de cada tramo, pero que al final representa la posibilidad de hacer menor tiempo y ya desde el pasado jueves empezamos el proceso para hacer la adaptación final ya de la preparación ahora para esta competencia clasificatoria», señaló el estudiante de cuarto año de ingeniería industrial en la Universidad Tecnológica José Antonio Echeverría, conocida también por la CUJAE.

«Pertenezco al curso regular diurno, pero por ahora estoy yendo los sábados y una vez entre semana. Nunca he querido estar en el de trabajadores porque me ha ido muy bien, solo me atrasé en el primer año, después he podido mantenerme los demás de forma consecutiva».

Al respecto destacó «el esfuerzo tremendo no solo mío, también de los profesores, de la dirección de la escuela y de mi carrera, me han apoyado muchísimo, incluso les gusta que yo compita en las actividades deportivas del centro, «pero siempre buscando las dos metas que tengo, graduarme y cumplir mis sueños como deportista».

La actuación más sobresaliente del espigado nadador fue en el mundial de Kazán 2015, donde se ubicó en el lugar 23 en los 200 espalda con su crono personal más distinguido de 2:00.91 minutos.

«Ese año cerré como el 69 del mundo y mi marca era B para los Juegos Olímpicos de Río 2016. También la primera vez que bajé de los 56 en 100, no lo había logrado más hasta el año pasado con 55,85, pero me descalificaron porque me pasé de los 15 metros por abajo del agua, luego en Barranquilla plasmé 55.48, récord centroamericano hasta que en nuestro duelo en la final el colombiano Omar Pinzón la superó (54.88)», rememoró.  

El futuro ingeniero no quisiera nunca retirarse luego de todos sus logros sin haber estado en una cita olímpica. Por ello se entrega en cada jornada de entrenamiento, lucha por bajar cada vez más sus cronos para “romper la barrera”  y cumplir con el anhelo lógico de todo deportista.

«Tuve posibilidad para Río, pero la comisión nacional adoptó otra decisión. Después me tomé un año para mí. Siempre mi sueño ha sido participar en todas las competencias y he asistido a Juegos Centrocaribeños y Panamericanos, mundiales y circuitos del orbe, solo me falta la cita olímpica y es la meta que tengo para este ciclo, Tokio 2020».