Santiago de Cuba.- EN MEDIO de la situación generada por la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente interino y las acciones subversivas orquestadas por el Imperio, la colaboración deportiva cubana en Venezuela se mantiene fiel a sus compromisos.
La Misión Barrio Adentro Deportivo, programa social creado por iniciativa del Comandante Hugo Chávez, se creó el 31 de julio de 2004 y ha atendido a más de 25 millones de venezolanos.
Con un total de 57 colaboradores, Santiago mantiene la mayor cantidad de colaboradores cubanos en esa Misión. Y a pesar de la tensa situación que vive la Patria de Bolívar, en los próximos días se incorporará un nuevo grupo de 20 indómitos.
JIT conversó con dos de esos jóvenes, quienes no titubearon ante el llamado para cumplir la noble tarea de llevar el deporte a los más recónditos parajes venezolanos.
«NO QUIERO PERDER LA OPORTUNIDAD DE CRECER PROFESIONALMENTE EN VENEZUELA»
El joven santiaguero de 39 años Amaury Molinet Garbey, oriundo del populoso Distrito José Martí, de este suroriental territorio, no esconde su orgullo ante el llamado para prestar colaboración como entrenador en la Misión Barrio Adentro Deportivo.
«Ya entregué toda la documentación y estoy esperando el llamado, que debe ser en corto tiempo. Mi tiempo de estancia en Venezuela será por dos años», señaló.
Molinet Garbey se confiesa apasionado de la actividad del músculo: «Durante mi infancia practiqué varios deportes, entre ellos gimnasia artística, tenis de mesa, atletismo, judo y finalmente fútbol. De hecho, mis estudios preuniversitarios los hice en el IPVCE Antonio Maceo, o sea que pude optar por otro tipo de carrera, pero siempre supe que el deporte era mi camino».
En 2004 se licenció con título de oro en la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte (UCCFD) Manuel Fajardo, centro en que actualmente se desempeña como docente.
«Realicé mi especialización en el deporte de atletismo; y precisamente por mi función como docente me vinculé a la investigación, ámbito en que he tenido reconocimientos en eventos como AFIDE y Cubamotricidad», indicó.
Además de su labor como profesor, Amaury es también árbitro y entrenador, condición esta última que le ha permitido participar en el Festival de velocidad Rafael Fortún, la Copa Cuba y el Memorial Barrientos; al frente de atletas universitarios.
«Tuve la oportunidad de realizar un curso de superación sobre deporte para personas con discapacidad en Alemania. Sin embargo, esta misión en Venezuela sería mi primera vez como entrenador fuera de Cuba», manifestó.
Consciente del latente peligro de una intervención norteamericana en la nación sudamericana, expresó: «La situación es difícil, pero prefiero ser optimista y pensar que no habrá tal intervención porque hay potencias como Rusia y China que defienden los intereses de la Revolución Bolivariana. Por tanto, pienso dar el paso al frente y no perder la oportunidad de crecer profesionalmente en Venezuela».
«ESTA MISIÓN EN VENEZUELA SERÁ UN COMPROMISO DOBLE»
Sereno y de pocas palabras, el también santiaguero Alberto Caballero asume con entera responsabilidad su compromiso como futuro entrenador deportivo en la nación bolivariana.
«Mis papeles ya están entregados y solo espero el llamado. En un primer momento está previsto que mi misión dure dos años, pero quizás pueda estar más tiempo», comentó.
Alberto abrazó la vida deportiva desde pequeño, como practicante de remo y kayak, e incluso estuvo un corto tiempo en la preselección nacional de canotaje durante la década de 1980.
Licenciado en Cultura Física desde el año 2011, actualmente se desempeña como entrenador de canotaje en la Academia de Deportes Náuticos de Santiago de Cuba, labor que alterna con las de árbitro y profesor en el Combinado Deportivo de Versalles.
También se ha involucrado en la investigación, sobre todo creando aditamentos para el desarrollo de la fuerza, en diferentes eventos y fórums efectuados en el territorio.
Sobre su partida a la tierra del Libertador Simón Bolívar concluyó: «Esta misión en Venezuela será un compromiso doble, por el deporte y porque hay que estar preparado ante cualquier amenaza. No pienso amilanarme y mi estancia allá la veo como mi granito de arena al deporte y a un hermano pueblo».
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