La Habana.- AUNQUE el 2018 ya lo presentó como una de las estrellas emergentes del atletismo cubano, será el actual año la primera gran prueba para el triplista Jordan Díaz, quien tendrá que comenzar a “lidiar” con los hombres más experimentados de su especialidad.

Buscar fogueo con los adultos es el principal objetivo que motiva al campeón olímpico de la juventud y su entrenador Ricardo Ponce, juntos por primera vez en la llamada temporada invernal, cuando las competiciones son en salas techadas.

«Lo que más necesitamos es sumar trabajo técnico y competir para que “choque” con rivales de nivel, porque lo estamos preparando con vistas a los Juegos Panamericanos y el Mundial, y falta eso de competir con adultos», conversó Ponce con JIT poco antes de viajar hacia Europa.

El también monarca del orbe entre juveniles se entrena desde hace dos semanas en suelo alemán y será el primero de los cubanos en competir, cuando salga a la pista del mitin de París el próximo domingo.

En la ahora muy fría Ciudad Luz fueron anunciados siete triplistas, entre ellos el germano Max Hess, subcampeón mundial bajo techo en el 2016, y Hugues Fabrice Zango, de Burkina Faso, segundo hace unos meses en la Copa Continental de Ostrava.

Son esos los dueños de registros más cercanos a Jordan, quien en la campaña anterior fijó el récord nacional sub-20 en 17,41 metros y ya aclaró que otra de sus metas es superar las marcas en cada presentación.

«Es muy joven, tiene muchos deseos, pero hasta que no se enfrente a rivales de fuerza no podemos tener una idea clara de las metas que nos vamos a proponer», dijo su entrenador convencido de lo que significa ante todo romper la barrera emocional de enseñarse en reuniones europeas y con adultos.

Jordan ya tuvo algo de avances cuando fue plata en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, pero allí era su compañero Cristian Nápoles el rival y a ese estaba acostumbrado a verlo diariamente en los entrenamientos.

«Otro punto a favor es que aprovecharemos también para hacer el principal trabajo técnico de esta etapa bajo techo», agregó el técnico y comentó que hasta la fecha trabajaban con cinco pasos en la carrera de impulso, pero en París deben competir con nueve, cuatro menos de los que da habitualmente en escenarios al aire libre.

El jovencito habanero sorprendió a finales de diciembre, cuando en la Copa Cerro Pelado marcó 17,22 metros con apenas cinco pasos, algo que en opinión de su entrenador se “traduce” en que debe rondar los 17,40 en salas bajo techo.

Pese a que su anterior temporada fue más extensa de lo normal por los Olímpicos de la Juventud, que acogió Buenos Aires en octubre, Jordan logró cubrir toda la preparación física del actual período sin contratiempos y asume la etapa especial sin deudas en ese sentido.

«El principal objetivo es que se mantenga con más de 17 metros en cualquier condición, bajo techo o al aire libre», confirmó Ponce, quien volverá a ver a su alumno competir el día 10 de febrero en Metz, también en Francia.