Soñar, vivir y ser leal a La Habana resultó motivación especial del club de los andarines. Un abogado, un corredor que rindió homenaje al 501 aniversario de la fundación de nuestra ciudad. Los 18 kilómetros recorridos resultaron igualmente tributo al gran Eusebio Leal Spengler, pues incluyeron la escalinata universitaria, el Capitolio, el Casco Histórico de La Habana Vieja, el Malecón habanero, el Cementerio de Colón, la Plaza de la Revolución para cerrar en la Ciudad Deportiva capitalina. (Fotos Calixto N. Llanes)