Bogotá.- EL RÉCORD mundial del saltador cubano Robiel Yankiel Sol (T47) recorre las webs y los corazones de la familia paralímpica.

Acá llueven las felicitaciones, entrevistas y solicitudes de fotos y autógrafos, un ambiente que el habanero disfruta con naturalidad.

Tras coronarse inesperadamente en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, Yankiel ha ido aprendiendo a lidiar con la presión y la responsabilidad. Ya pareciera que las disfruta.

La del miércoles fue una historia de “locos”, como él mismo calificara su actual desempeño en el salto largo de la clase T47. En mayo implantó una nueva plusmarca del orbe: 7,69 metros. Ahora llegó más lejos (7,71) y junto a su entrenador afirman que van por más.

«La verdad, no me lo esperaba porque no me sentía muy bien, más el aire en contra, era el último salto, cansado ya y la altura. Pero estoy muy contento con esta marca y para adelante a seguir luchando en los eventos que se avecinan los próximos días», reflexionó.

«En el certamen mundial de París (julio) esperen lo mejor, un buen resultado. No digo que otro récord del mundo, pero sí una demostración con la cual pueda colocar el nombre y la bandera de Cuba en lo más alto», afirmó apenas consagrado el salto en el estadio de atletismo de la Unidad Deportiva El Salitre, en esta ciudad.

Para su entrenador, Luis Bueno, «este resultado significa progreso y la confirmación de que el proceso de entrenamiento marcha bien. Después de obtener el récord mundial en Jesolo, Italia, veníamos a esta competencia a confirmar. Robiel tenía las condiciones físicas, el entrenamiento lo había demostrado y salió lo esperado. Estoy muy feliz y vamos por más».

Un "vendaval" se vivió en la grada durante la competencia: «Le estaba exigiendo porque veía unos defectos técnicos, sobre todo en la carrera de impulso. Los pudo corregir para hacer una carrera perfecta e implantar el récord del mundo», expresó Bueno sobre una secuencia que incluyó una falta en la tabla y saltos sobre 7,05-7,55 y 7,48.

Para implantar el récord en el sexto salto valió mucho «su concentración, es un atleta muy disciplinado, enfocado, muy competitivo y le gusta crecerse», detalló el profesor antes de asegurar que a la cita mundial en la Ciudad Luz van en busca de la victoria, aunque «si viene con buenas marcas y un récord mejor».

Bueno coordinó acá todo el desempeño de los paratletas y ofreció a JIT sus valoraciones: «Muy positiva la participación y los resultados. De Robiel sabíamos su calidad y resultados, pero los nuevos talentos han sacado la casta de campeones y de cubanos, siempre peleadores y negados a perder. Han puesto el nombre de Cuba en lo máximo. Por eso estoy muy contento con el equipo».