Eugene.- MAYKEL Massó sabe que sigue perteneciendo a la élite del salto de longitud, y más allá de la desagradable sensación de sentirse desplazado del podio a último momento, se despidió del Campeonato Mundial de Atletismo de Oregón 2022 con razones para sonreír.

En esta ciudad, cuando más lo necesitaba, firmó su mejor marca de la temporada (8,15 metros) y consiguió su máximo resultado en lides universales. Hasta el momento su actuación va siendo la más destacada de la armada cubana en este certamen.

El medallista de bronce de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 salió a darlo todo en el tanque de salto del estadio Hayward Field. Sabía que sería una competencia complicada, con el griego y monarca olímpico Miltiadis Tentoglou demostrando su liderazgo desde el inicio, pero aceptó el reto y luchó por su premio… En su último intento el chino Jianan Wang dio la estocada que nadie pudo predecir.

Sexto lugar en la cita de Doha 2019, séptimo en Londres 2017 y bronce en Pekín 2015, Wang no aparecía en los pronósticos más serios, pero los destrozó con un salto de 8,36 metros que estremeció todo el ordenamiento de la prueba.

Sin respuesta efectiva, los 8,32 solo le alcanzaron a Tentoglou para la medalla de plata, y con 8,16 el suizo Simon Ehammer, especialista en decatlón, cerraba el reparto de medallas. Apenas un centímetro por detrás quedaba Massó, quien intentó sin éxito un salto final que cambiara la historia.

«Contento con haber hecho mi mejor marca del año, contento por estar de nuevo entre los mejores del mundo, pero no satisfecho», dijo Massó, dos veces campeón mundial en la categoría juvenil y que se sabe con posibilidades de mucho más.

«Me entregué a tope y vienen otras competencias en las que buscar mejores resultados. La meta es París (Juegos Olímpicos) y todas las competencias que tenga antes serán de preparación, la idea es seguir avanzando y que sigan confiando en mí», confesó antes de reunirse con su entrenador Daniel Osorio.

Este último “sufrió” con cada salto, y también disfrutó con lo logrado este sábado. «Nuevamente hicimos la mejor marca en la competencia fundamental y seguiremos trabajando para otros buenos momentos», añadió el estratega.

Después llegó el cierre mágico para una noche a estadio repleto, con una afición que experimentó el delirio cuando los velocistas locales acapararon todas las medallas en la prueba de 100 metros.

Se pasó del silencio total para escuchar el disparo de arrancada a la ensordecedora algarabía que duró 9.86 segundos… y mucho más. Fue ese el tiempo que necesitó Fred Kerley para convertirse por primera vez en campeón del mundo, mientras sus compatriotas Marvin Bracy (9.88) y Trayvon Bromell (9.88) completaban la hazaña y por tercera vez en la historia el podio fue completamente estadounidense.

El jamaicano Oblique Seville entró cuarto y fue el otro que rebajó de los 10 segundos (9.97), mientras que el monarca de Doha, el también local Christian Coleman (10.01) cerraba en el sexto puesto de una final que se perdió el italiano campeón olímpico de Tokio 2020, Macell Jacobs.

El velocista europeo ni siquiera se presentó a las semifinales, instancia que tuvo otros ilustres sprinters ausentes como el canadiense André De Grasse (10.21), el jamaicano Yohan Blake (10.12) y el keniano Ferdinand Omanyala (10.14), quien compitió poco después de bajarse del avión por la demora en recibir la visa para aterrizar en la sede.

Estados Unidos sumó también el oro de Ealy Chase (20,49 metros) en la impulsión de la bala, el favorito polaco Pawel Fajdek ganó el martillo con 81,98 metros (marca líder del ranking) y la etíope Letesenbet Gidey se hizo del primer cetro mundial de su carrera con un tiempo de 30:09.94 minutos en los 10 mil metros.

Este domingo se definen los medallistas de la maratón para hombres, además de la mujer más rápida en los 100 metros. Cuba estará atenta al debut de Roxana Gómez en las eliminatorias de los 400 metros, y a la clasificación del disco masculino, con la presencia de Mario Díaz.

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