ESTUDIOS recientes relacionados con la recreación física comunitaria, realizados a lo largo del país, ratifican que niños, jóvenes y adultos de ambos sexos practican una variante del juego de voleibol adaptado a las condiciones existentes.

Hablamos de espacios en calles, patios, portales, pasillos y corredores, en los que emplean diversos tipos de balones y variantes de net a base de cuerdas, cordeles, mayas y redes, entre otras.

Con gran creatividad e ingenio adaptan las reglas oficiales de esas disciplinas, dígase las de sala y playa, que gozan de una elevada popularidad a nivel universal.

La Dirección de Recreación del Inder y la Federación Cubana de Voleibol, en un esfuerzo conjunto, se han empeñado en sistematizar los sustentos teóricos, técnicos y metodológicos del voleibol, en función de diseñar el Proyecto Recreativo Comunitario Voly callejero 3×3.

Su objetivo es promover la práctica de este deporte, principalmente en nuestros niños y jóvenes, y contribuir a su desarrollo. Se trata de capitalizar además la rica trayectoria del voleibol en Cuba, con época dorada a finales del siglo pasado, cuando ambos equipos élites tocaron la gloria, sobre todo las Espectaculares Morenas del Caribe.

La estrategia para la implementación del proceso de la recreación física, como parte del Programa de desarrollo del deporte, la educación física y la recreación física, propicia la voluntaria y sana ocupación del tiempo libre, a partir del concepto del deporte como derecho del pueblo y las transformaciones en el orden político, económico y social del país.

El voly callejero 3×3 es una opción entretenida, de accionar dinámico, rápido, explosivo y emocionante. El juego mismo y el espíritu competitivo que provoca se traducen en satisfacción inmediata para los participantes y observadores.

Consiste en el enfrentamiento de dos equipos integrados por tres jugadores de iguales o diferentes sexo y edad, en una cancha rectangular marcada sobre la superficie disponible en el área. Se divide con una net, red o medio similar —como sustituto de la  original— y se emplea el balón oficial de sala o playa, o cualquier otro análogo o improvisado. Se aplican en lo fundamental los elementos técnicos del voleibol.

El sentido y alcance del término callejero no se refiere al espacio preferencial para la práctica, sino a que puede jugarse en cualquier entorno, contexto y superficie, adaptando las reglas y el régimen del evento a las condiciones e implementos disponibles, así como a las características de los participantes.

Su objetivo ha de ser el desarrollo de capacidades físicas, habilidades y destrezas deportivas, potenciando el ascenso de niños, adolescentes y jóvenes por la pirámide del alto rendimiento.

Este proyecto recreativo comunitario aparece entre las ofertas de las fases uno y dos de la recuperación poscovid-19 en Cuba, al tratarse de una modalidad que no implica tanto contacto físico entre los jugadores.