Tokio.- EL JUDOCA Yordani Fernández Sastre tratará de escalar el podio este domingo en el mítico Nippon Budokan, durante la tercera fecha del judo en los XVI Juegos Paralímpicos.

Fernández, de la clase B3, consiguió medalla de bronce en +100 kilogramos durante la edición paralímpica de Río de Janeiro 2016.

El matancero de 32 años de edad escalará como octavo del ranking paralímpico al tatami de la instalación, cuyo majestuoso techo evoca al icónico Monte Fuji.

Su primer adversario será el subtitular de Río de Janeiro 2016, el brasileño Wilians Araujo, de la clase B1 y con 29 años de edad, quien antes trató de ser nadador y futbolista, incluso «cuando tenía una visión perfecta», declaró a medios. Con Araujo perdió en Montreal, Canadá, hace dos años.

«Es muy buen peleador, pero me he preparado para ese y otros combates. Conocerlo es una ventaja», abundó.

De los 10 competidores que pugnarán en la ronda eliminatoria de 16, Fernández también conoce al georgiano Revaz Chicoidze, primero de Europa en 2019, y al británico Jack Hodgson, séptimo en Río de Janeiro 2016, entre otros.

Inscrito para la justa aparece el doble campeón olímpico (Atenas 2004 y Beijing 2008), el azerí Ilham Akiyev, ganador además de bronce en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.

«Todos son de respeto. Aquí están los mejores, pero todos tienen que subir al tatami a confirmarlo», argumentó.

«Sin dudas el de Azerbaiyán tiene experiencia, que eso vale mucho en el deporte, y todavía se le ve en buena forma física», expresó el nuestro.

«Reitero que aquí no hay contrario pequeño. Por eso hay que pelear fino», destacó quien antes compitió entre atletas convencionales.

«Quiero mejorar el bronce que gané en Río 2016. Esa es mi meta en estos Juegos Paralímpicos y no hay nada imposible», concluyó antes de enviar un saludo a su entrenador Senén Ramos, quien se encuentra en La Habana.

Este sábado su compañero de equipo Gerardo Rodríguez (B2) ganó su primer combate, pero perdió los dos siguientes para ubicarse séptimo en la división de 81 kg.

Ellos son los únicos representantes cubanos en el judo de Tokio 2020.