La Habana.- EL 80 % de la población mundial muere en la actualidad debido a enfermedades crónicas no transmisibles. El cáncer, la diabetes y los padecimientos pulmonares son los verdaderos flagelos de la sociedad global en que vivimos.
Sus causas fundamentales se ubican en el consumo de alcohol, tabaco y alimentos de mala calidad, así como en la paulatina disminución de la actividad física.
Por ahí comenzó su conferencia el Dr. C. Leo Nederveen, asesor regional para la alimentación, la nutrición y la actividad física de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), durante la tercera jornada de debates del Congreso Internacional Cubamotricidad 2018.
«Los factores subyacentes de la inactividad física están en la elevada cantidad de población adulta, en la globalización de prácticas de vida sedentaria y en el aumento de la vida urbana. Todo ello conduce a la hipertensión, la obesidad, los lípidos y la glucosa altas», explicó el académico.
La cifra de personas obesas creció diez veces entre 1975 y el 2016, y se triplicó en el grupo de niños y adolescentes, lo que significa un asunto aún más grave para los gobiernos y naciones.
Para Nederveen, esa situación confirma que la desnutrición sigue siendo un problema esencial de la contemporaneidad, pero que el sobrepeso asume protagonismo y mata a muchas más personas.
«El sobrepreso afecta psicológicamente a los niños y les genera problemas mecánicos y de reconocimiento social. Actuar adecuadamente en esa edad, para prevenir e intervenir con hábitos saludables, es crucial», alertó el experto de amplia labor en América y África.
«En esas edades se desarrollan saberes, prácticas, estilos de vida y aprendizajes variados, los cuales deben ser empleado a favor de la salud, la condición física, el desempeño cognitivo y el bienestar sicológico», agregó.
El profesor holandés expresó la confianza de la OPS en que el consumo de alimentos procesados y el sedentarismo puedan ser revertidos durante este siglo, para lo cual han fijado una meta inicial eta del 15 % hacia 2030.
¿Cómo hacerlo? Se insiste en la urgencia de reducir la ingesta de alcohol, sal y sodio, tabaco y alimentos “chatarra”, junto a la elevación de ejercicios físicos, lo cual redundará en la disminución de las enfermedades más mortíferas de la actualidad: hipertensión, diabetes, cáncer…
Nederveen enfatizó la importancia de apelar a los medios de comunicación para asesorar a las familias en esta materia, estableciendo la necesidad de realizar 150 minutos de actividad física semanal en la juventud y 60 en la adultez.
El sistema de trabajo de la OPS se basa en recomendaciones relativas al control del peso, la promoción de la actividad física y la alimentación saludable, la relación entre dietas y ejercicios, y la atención de los infantes.
A la escuela otorgó un papel central en esta tarea social, de ahí que deban ser escenarios seguros, inclusivos, regulados y activos.
En ese sentido felicitó a Cuba por su sistema educacional y su diseño de la educación física, presente en los currículos desde la infancia y hasta la universidad.
Además, confirmó que la Organización Mundial de la Salud y la OPS han señalado la necesidad de limitar la publicidad y el patrocinio de las empresas productoras de alimentos chatarra, aun cuando apoyen eventos deportivos o de actividad física.
Crear sociedades, ambientes, personas y sistemas activos es la gran aspiración de una sociedad global que parece “autodestruirse” sin ser consciente de ello.
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