La Habana.- LA PINAREÑA Yerisbel Miranda será esta vez la única debutante en el equipo femenino que representará a Cuba en la Olimpiada Mundial de Batumi.

Su nombre “sonaba” desde hace varias temporadas en el ámbito nacional, pero no fue hasta el 2017 que tuvo más fuerza como figura a tener en cuenta. Fue una temporada en la que disfrutó de su primer cetro nacional entre mayores y además el subcampeonato continental.

Pronto cumplirá los 31 años, sin embargo su imagen no lo representa. Sus ojos achinados le dan un “aire” juvenil y habla despacio, tranquila y sonriente… pero rápida con cada respuesta, como si de responder a un amenaza en el tablero se tratara.

Con apenas nueve años ya andaba entre trebejos, pero el darse a conocer en el ámbito nacional no fue tan pronto como el de otras. Ella misma asegura que hasta los 19-20 no comprendió que era este deporte el camino que quería seguir en su vida.

Ahora no solo se preparó para asumir el reto de integrar por vez primera la selección olímpica, luego irá como gladiadora solitaria al campeonato mundial, dos experiencias para las que se declaró lista.

De eso y otros temas de su carrera y proyecciones futuras conversó con JIT en un rápido aparte durante unos minutos “robados” al entrenamiento que hombres y mujeres compartieron antes de viajar rumbo a la ciudad georgiana de Batumi.

¿Cómo se siente el primer equipo olímpico?

Ha sido un año satisfactorio, de bastantes buenos resultados y llegó la olimpiada por fin. Es un evento que he estado esperando mucho tiempo, y me gusta que este sea un equipo unido. Hemos hecho buen trabajo con Aramís Álvarez, en ocasiones a distancia, con nuestros propios medios y esforzándonos bastante porque no hemos tenido mucha ayuda la verdad para reunirnos, aunque lo importante es que de cualquier forma logramos trabajar.

¿En qué han enfocado sobre todo el trabajo?

Las aperturas. Salir bien de la apertura, que es en estos momentos la fase más importante del ajedrez. Luego tratar de materializar la ventaja si la tenemos y quedar bien con negras… hemos visto también finales, posiciones que se dan mucho y algunas otras especificaciones. Pero sobre todo lo más importante es que hemos entrenado de manera constante.

Metas individuales…

Trataré de hacer lo mejor en el tablero que me toque, ya les dije que como si tengo que jugar todas las partidas. Sé que la estrategia será tratar de jugar todas la misma cantidad, esperemos que a ninguna le vaya mal y no haya necesidad de “sentar” a nadie, que todas estemos bien para aportar al equipo.

Luego tendrás el Campeonato Mundial, también una primera experiencia, ¿cómo se siente eso?

Ya tengo mi pasaje para Khanty-Mansiysk y es algo que me deja más tranquila. Será un torneo difícil y el entorno será complicado, es una ciudad con mucho frío, son situaciones ajenas al ajedrez pero que también influyen y espero que sea una buena experiencia.

Buscaré dar lo mejor. Todavía no han publicado el sorteo, pero debe tocarme con una jugadora fuerte y me estoy preparando para eso. Nunca he jugado el sistema de KO, pero me gusta porque incluso se pueden lograr cosas en los desempates rápidos.

¿Has cambiado tu manera de enfrentar el juego con el paso de los años?

Antes era una jugadora muy táctica, ya no tanto, he cambiado, con la edad vas madurando y ahora soy mucho más sólida, siempre con la táctica en mente porque me gusta ese juego. En el ajedrez vas madurando, vas adquiriendo más conocimientos y vas tratando de jugar menos arriesgado porque así se juega en el mundo.

¿Qué representó el 2017?

En el año 2017 jugué alrededor de 10 torneos, fue increíble, nunca había tenido tantas partidas. Me cansé muchísimo, pero vi los resultados. Estuve en cuatro torneos en España uno detrás del otro, estuve 36 días compitiendo, ya en el último no sabía ni qué jugar… sentía que las piezas me volaban… era una locura, pero lo necesitaba.

Las cubanas jugamos muy poco tanto nacional como internacional. Aquí apenas campeonato nacional y Capablanca, y es muy necesario el juego para crecer.

¿Sacrificas mucho por el ajedrez?

Muchísimo, sin embargo no me arrepiento, la verdad escogería siempre ser ajedrecista. Es un deporte muy sacrificado, mis amistades me dicen «ustedes tienen otra vida, viajan, conocen…», pero creo que no entienden lo que hay detrás de eso, todo el tiempo de estudio, de no ir a fiestas o a compartir con otras personas. El ajedrez tienes que verlo todos los días, y la mente no descansa, no juegas y estás pensando en el ajedrez…

Puede decirse que te demoraste un poco para hacer el equipo olímpico, ¿lo sientes así?

Desde hace como tres olimpiadas atrás vengo “rozando” el equipo, por razones de rendimiento no lo logré integrar antes, no reprocho ninguna decisión, pero tampoco me decepcioné… me mantuve esperando mi momento y entrenando ajedrez, que es lo que me gusta, lo que voy a hacer toda la vida.

¿Es complicada la preparación del día a día?

Es muy difícil para nosotras prepararnos en nuestras provincias. Por ejemplo en Pinar del Río no tengo jugadores de nivel para entrenar, trabajo con Orlando Otaño desde hace varios años, pero necesitaría otros jugadores de nivel para competir más.

¿Ya pensaste en algo para el futuro más allá del ajedrez?

Por ahora es el ajedrez… tengo que programarme para formar familia, no esperar mucho… sin embargo falta aún, ahora son mis planes de seguir un poco más compitiendo y buscar resultados.