Por José Luis López, enviado especial de ACN
Barranquilla.- CON TRANQUILIDAD a la hora de ejecutar sus desbalances y pases atrás, Cuba consiguió hoy cuatro títulos y una medalla de bronce en el inicio del torneo de lucha de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, con sede en esta ciudad colombiana.
Luis Orta (60 kg) venció por superioridad técnica de 8-0 al mexicano Emilio Pérez, a quien puso pasivo para ganarse el primer punto; luego, penalizado el azteca, le recetó tres desbalances consecutivos para salir airoso 7-0 en el primer período. Y apenas iniciado el segundo, lo sacó fuera del área para concretar el éxito y el primer metal dorado.
«Tuve un día tranquilo, gracias a mi excelente preparación física, que fue mi fundamental arma para vencer a los rivales que enfrenté. Siempre dicté el ritmo del combate y las cosas salieron bien», comentó Orta.
Mientras, el campeón mundial y olímpico Ismael Borrero (67) le dio una clase práctica de agarres y halones al mexicano Manuel López, a quien le endosó par de viradas, un pase atrás y dos desbalances, en apenas un minuto y medio de combate para vencerlo por superioridad técnica (8-0) y signar el segundo cetro.
«No tuve ningún problema para llevarme el oro; mis rivales eran de menor técnica que yo y competí sin presión en este torneo, que es muy diferente a un Mundial o unos Juegos Olímpicos, en los cuales hay que esmerarse más», explicó el santiaguero.
Luego, Ariel Fiss (77) estuvo pasivo en el primer período de su combate final contra el venezolano Luis Avendaño, a quien había superado cerradamente en la fase de grupos, por empate 1-1, pero válido al marcar el último punto de la pelea.
En el primer período, Avendaño lo movió y el árbitro penalizó al cubano, que logró defender bien en el piso y apenas cedió 0-1. Pero en el segundo, el avileño salió más decidido y revertió la pasividad; cuando tuvo en cuatro puntos al morocho, le tiró un desbalance bien rápido y le ganó el pleito por 3-1.
«No tuve un gran día porque perdí un combate en clasificatoria y empaté otro. Pero gané el cetro a un rival difícil como el venezolano y eso me satisface mucho porque pude aportar otro oro a la delegación cubana», explicó Fiss.
Y el cuarto cetro se lo agenció Daniel Grégorich (87), quien literalmente paseó la distancia ante sus cuatro rivales, incluido el venezolano Yorgen Cova en la gran final, a quien venció por 6-0 apoyado en sus pases atrás y obligándolo a que cometiera infracciones que fueron penalizadas por el árbitro.
«Me porté bien, empleé mis recursos técnicos y siempre estuve concentrado. Aproveché los errores de mis rivales y contraataqué bien, para llevarme este soñado título», comentó el gladiador capitalino.
El quinto luchador cubano en subir hoy al colchón fue el subcampeón olímpico Yasmany Lugo (97), quien venció por bronce al puertorriqueño Charles Merril, por 5-0.
|