Hamburgo.- NO BASTÓ que Rolando Acebal condujera al único equipo capaz de conquistar más de un cetro. Ni que estos fueran ¡cinco! y garantizaran sólido reinado por países.
Los encargados de seleccionar lo “más destacado” del Campeonato Mundial de Boxeo recién concluido aquí le negaron el liderazgo entre los entrenadores.
Es cierto que el irlandés Billy Walsh se erigió artífice del salto de calidad conseguido por Estados Unidos a base de una plata y dos terceros puestos, pero el preparador cubano mereció el galardón.
Los expertos argumentaron que el país norteño solo había sumado un bronce en las últimas tres ediciones, mas desestimaron que la armada antillana igualó la tercera mayor cifra de fajas acuñadas en estas justas.
También se esperaba que Julio César La Cruz accediera al galardón reservado al mejor competidor, pero los “entendidos” aportaron por el mediano ucraniano Oleksandr Khyzhniak.
Nadie pone en dudas el nivel del europeo, y está claro que el lauro está concebido para reconocer lo acontecido en la justa, pero el semicompleto caribeño también llegó a la cima sin sobresaltos, y si ello fuera poco sumó su cuarta faja.
No por gusto su figura integró el soporte promocional del evento, y tampoco fue casualidad que reporteros, aficionados y los propios concursantes le convirtieran en centro de atención permanente.
Si Khyzhniak fue dominante, La Cruz hizo lo mismo, otra vez apoyado en el virtuosismo que le distingue, lo que sobraba para validar su presencia en una elección donde Cuba apenas alcanzó un escaño.
Y lo hizo porque sería totalmente absurdo despojarle del destinado a la mejor escuadra, un rango igualmente apuntalado con dos platas.
Colocó en semifinales a siete de sus nueve inscritos, ganó 27 de las 31 peleas enfrentadas y fue la única con más de una corona en lid donde las otras cinco terminaron en poder de otros tantos países.
Decir que otra dotación tuvo un desempeño superior habría sido el escándalo mayor.
¿Era demasiado aspirar a quedarse con todos los premios? ¿Fue más “justo” repartir sin faltar a determinada lógica?
Como siempre sucede cuando de elegir se trata, habrá contraste de opiniones, pero a fuerza de ser conservador cuesta trabajo entender que al menos Acebal quedara relegado.
Pero él, Julio, los otros campeones y todo el colectivo sabe que generaron felicidad entre millones de compatriotas y otros simpatizantes, y este lunes llegarán a casa con la misión cumplida.
|