La Habana.- LOS NUEVE hombres inscritos por Cuba para el Campeonato Mundial de boxeo que comienza el viernes en Hamburgo viajarán esta noche hacia la linda urbe alemana bañada por el río Elba.

Siete saben de premios a ese nivel, incluidos los conquistadores de las cuatro fajas que apuntalaron el liderazgo de la Isla en la versión de Doha 2015.

Son ellos el minimosca Joahnys Argilagos, el ligero Lázaro Álvarez, el mediando Arlen López y el semicompleto Julio César La Cruz, cuya imagen acapara importantes espacios en la promoción del evento.

La armada a las órdenes del técnico Rolando Acebal suma además al mosca Yosbany Veitía y al crucero Erislandy Savón, subtitulares de hace dos años, y tiene otro encumbrado en el welter Roniel Iglesias, rey en Milán 2009.

Se completa con el debutante Javier Ibáñez en la división pluma y el ligero welter Andy Cruz, considerado entre los favoritos a consagrarse como parte de una progresión ya aplaudida en varios escenarios.

El rango reunido justifica vaticinios favorables, y ese es el ambiente reinante en el colectivo, pero se trata de un torneo que demandará demostrarlo en cada jornada, sin subestimar a contrarios carentes de grandes resultados.

Su extensión (final el 2 de septiembre) y la presencia de más de 270 concursantes clasificados en eliminatorias continentales exigirán pelear bastante y sostener el peso corporal durante un período considerable.

Pese a la renovación apreciada con respecto a los asistentes a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, habrá individualidades importantes añadidas a los establecidos y será necesario descifrar estilos diferentes.

Nada de eso es nuevo para los cubanos, pero cada lid es una prueba diferente y de ahí que tras cerrar segundos en la Serie Mundial los estrategas dirigieran el trabajo a adecuar la preparación en aras del panorama a enfrentar ahora.

«Hemos buscado incrementar la frecuencia y la fuerza del golpeo», dijo a JIT Acebal, satisfecho con la respuesta a los ajustes de cinco a tres asaltos y convencido de lo que significará dominar los segmentos iniciales de cada pleito.

Subrayó la prioridad asignada a otros elementos como táctica y rapidez, e insistió en la abundancia de rivales capacitados para convertirse en escollos difíciles.

«Vamos con todo, a pesar de no haber cumplido una base planificada para el exterior que terminó por no concretarse por razones ajenas a Cuba», puntualizó.