Londres.- YORGELIS Rodríguez apenas tiene 22 años, pero su menudo cuerpo le proyecta como una adolescente.

Cuesta trabajo imaginar que posee la fuerza suficiente para encumbrarse en una de las especialidades más complejas del atletismo, tal como ratificó en el Campeonato Mundial que transcurre en esta ciudad.

Es cubana, guantanamera, callada, casi nunca "sobresale" en el grupo y su especialidad le exige completar en dos días siete eventos de saltos, carreras y lanzamientos, algo para lo que no todos los humanos están diseñados.

Sin embargo la ya probada heptatlonista hace que parezca fácil, quizás porque es guiada por uno de los más experimentados entrenadores de la isla, Gabino Arzola, y compañera de equipo de ese grande del decatlón que responde al nombre de Leonel Suárez, sumado a su preparación aquí.

Finalista olímpica en Río de Janeiro y desde este domingo cuarta en una justa del planeta donde mejoró el récord nacional impuesto en suelo brasileño, se muestra como la chica modesta que es, y la prensa le agradece su disposición a conversar.

En la urbe carioca fijó el tope de Cuba en 6 481 puntos y la emblemática capital británica le vio elevarlo hasta 6 594, una cifra respetable a cualquier nivel.

Aunque no le alcanzó para entrar en medalla, su resultado deja sabor a triunfo y hace soñar a todos, y a ella en específico.

Dos veces finalista al máximo nivel, en Río y aquí, en ambas con récord nacional. ¿Hasta dónde Yorgelis?

Creo que hasta los 6 600, y más, porque voy con todo...

¿Entonces contenta con lo sucedido aquí?

Principalmente porque es bueno haber llegado a este lugar, haber acariciado la medalla de bronce. No me fue exactamente como quería, porque todavía debo superar un poco la ansiedad que experimento cuando mejoro algunas pruebas, algo para lo que se necesita mucha concentración.

Pero es un cuarto lugar mundial, y todavía me queda un largo camino por delante, para seguir trabajando, que  es lo que tengo que hacer.

¿Cómo se llega a tanto?

Es el resultado del trabajo, del esfuerzo, del gran desempeño que ha tenido mi entrenador en estos últimos años, y al convencimiento de que siempre podemos hacerlo mejor.

Lograste también marcas personales en el salto de altura (1,95 metros) y los 800 metros (2:10.98 min), pero no todo estuvo bien. ¿Qué viene ahora?

Enfocarme más en las pruebas necesitadas de mejores desempeños. Se pueden hacer muchas cosas, se pueden esperar cosas buenas más adelante.

Ya al verme llegar hasta este nivel estoy pensando en el próximo mundial y ganar medallas.

¿Prioridades?

Principalmente la velocidad y entrarle con más confianza al salto largo, una prueba a la que puedo sacarle mayor provecho. Hoy me confié un poco y por eso no fue mejor, por eso debo asumirlo como experiencia para mejorarlo.

Aún en verano, Londres es frío para los caribeños, ¿te afectó?

Nunca pienso en la temperatura, ni en cómo está el tiempo. El aire me desconcentra a veces un poco, pero aquí todo se comportó bien, no creo que hubo dificultad por esa parte para mí.

La mañana del domingo no fue buena, porque pudiste estar mejor en la longitud y la jabalina. ¿De qué manera te animó Gabino para que luego corrieras los 800 metros con el mejor tiempo de tu vida?

Él siempre me dice que el “hepta” no se acaba hasta el último evento, y esa fue una de las cosas que más me motivó, porque sinceramente estaba un poco desanimada, pero otra vez me animó con aquello de «Flaca, es hasta el final»… y así fue.

Este año enfrentaste problemas familiares, sin embargo salió un tremendo resultado. ¿Cómo sobreponerse?

Principalmente por todo el trabajo que hice, el sacrificio, el esfuerzo. Mi mamá tuvo dificultades de salud, pero gracias a Dios en estos momentos está muy bien y creo que este sacrificio que he hecho también fue gracias a ella, quien resultó el mayor incentivo que tuve en este momento.

Luego de dos años con Gabino, ¿qué piensas de él?

Sinceramente antes de empezar a trabajar juntos tenía mis dudas, por comentarios que uno escucha, pero en estos momentos pienso todo lo contrario. Es un excelente entrenador, indiscutiblemente el mejor profesor de pruebas combinadas de Cuba y estoy muy orgullosa de ser su alumna, al igual que tener como compañero de equipo a Leonel Suárez.

¿Qué es Leonel para ti?

Un apoyo. En todo momento está ahí como un ejemplo a seguir por su experiencia en estas competencias de primer nivel. Él me da mucha fuerza, mucho ánimo… Es sensacional.