Seúl.- ISRAEL rompió con los pronósticos y derrotó hoy en 10 entradas por 2-1 a Surcorea en el partido inaugural del IV Clásico Mundial de Béisbol, escenificado en el Gocheok Sky Dome de esta capital.

Los vencedores, representados en su mayoría por jugadores estadounidenses de ascendencia judía, lograron así su primera victoria en estos certámenes, algo que muy pocos expertos vaticinaron.

En realidad, Israel partía como el equipo más débil del grupo A, en el cual compiten además de Surcorea, Holanda y China Taipei.
Los dirigidos por Jerry Weinstein marcaron una carrera en el segundo episodio y tomaron momentáneamente el control del partido, hasta que los asiáticos lograron empatar el duelo en el final del quinto inning.
Así, con un dominio soberbio de los lanzadores llegaron hasta la décima entrada, cuando, después de dos outs, los israelíes fabricaron la raya de la victoria, impulsada por Scott Burcham y anotada por Mike Meyers.
Vale destacar que en el octavo capítulo ambos equipos amenazaron con irse delante en el pizarrón, pero curiosamente en los dos casos las defensivas pusieron out en home a un jugador rival.
El crédito de la victoria correspondió al derecho Josh Zeid, quien realizó un excelente relevo de tres episodios, en los que no permitió carreras y propinó cuatro ponches.
Weinstein utilizó seis pítchers en la jornada, algo que será habitual en todo el torneo debido a las restricciones de lanzamientos (65 para la primera etapa, 80 para la segunda y 100 para semifinal y final).
Por los ganadores el mejor bateador fue Burcham con dos sencillos en cinco veces al bate, y una carrera impulsada, precisamente la del triunfo aunque se pudiera acotar que se tomó tres ponches.
Israel dio así un giro radical a las predicciones del grupo A y dejó a Surcorea en una posición incómoda en extremo de cara a la clasificación a la próxima ronda.
Mañana volverán las acciones en esta llave con los enfrentamientos Israel-China Taipei y Holanda-Surcorea, mientras el Cuba-Japón marcará la apertura del distrito B. (PL)