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Beijing.- «SOY PRODUCTO de mi país, de su pueblo, de su Revolución», enfatizó aquí el cubano Alberto Juantorena al comentar su elección como vicepresidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF)
«El respaldo que he tenido es el de una nación que se ocupa mucho del hombre, de desarrollar campeones con muy poquitos recursos», añadió el doble campeón olímpico de Montreal´76 y titular de la federación de la isla.
«Estoy satisfecho de devolverle a Cuba un poquito de lo que me dieron», sostuvo también tras destacar que el nombramiento resultante del Congreso con sede en esta urbe se convierte en reconocimiento para el deporte en su país, más allá de cualquier mérito individual.
«No se trata de mi persona, se trata de trabajar en pos y en favor del atletismo mundial. De la universalización del mismo, para que nuestro deporte sea considerado en las escuelas como parte de la educación física», puntualizó.
«Realmente es un reconocimiento del mundo del atletismo. No a mi persona, sino a la familia del atletismo cubano, que ha puesto a mi país bien en alto, con una responsabilidad muy grande», sentenció.
Interrogado sobre la elección del británico Sebastian Coe como titular de la entidad como vencedor del ucraniano Sergey Bubka, Juantorena significó que «son atletas extremadamente capaces, con mucha trayectoria, mucho conocimiento y gran nivel como dirigentes».
Bubka fue reelegido como vicepresidente con 187 votos, posición que además del cubano (111) también exhiben el catarí Dahlan Al Ahmad (159) y el camerunés Hamad Kalkaba Malboum (115). «Ahora toca echar rodilla en tierra y trabajar hombro con hombro a favor del atletismo mundial», dijo Juantorena, quien defendió el mayoritario respeto al juego limpio demostrado por ese deporte.
«Somos pioneros en la lucha contra el dopaje, los que inventamos las pruebas fuera de competencia, y a veces se magnifica mucho y se da importancia al que se dopa, cuando hay miles que no lo hacen», insistió.
«No tenemos que arrepentirnos en nuestra lucha contra el dopaje, sino enorgullecernos», destacó.
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