Foto: JIT Colaborador

La Habana.- CON OCHO títulos, tres medallas de plata y una de bronce Cuba es la máxima premiada en la rama femenina del voleibol desde que este deporte apareció en el calendario de los Juegos Panamericanos en su segunda versión, con sede en la Ciudad de México en 1955.

Siete coronas consiguieron los equipos antillanos de forma consecutiva desde 1971 hasta 1995, pero Brasil le rompió la cadena en Winnipeg´99 y República Dominicana reinó en el 2003 con su única presea en este certamen, en ambas oportunidades con históricas sonrisas sobre las cubanas.

Aquellos triunfos al hilo se concretaron en las décadas más sobresalientes para ese sector en la isla, que vio nacer a las espectaculares Morenas del Caribe, dueñas en 1978 de una supremacía mundial que se repetiría en 1994 y 1998.

En esa etapa hicieron igualmente realidad un hecho sin precedentes al subir a lo más alto del podio en los Juegos Olímpicos de Barcelona´92, Atlanta´96 y Sydney´00. Toda una hazaña que incrementó su reconocimiento.

No por gusto son muchas las cubanas incluidas entre las primeras 20 en el reparto de premios continentales, encabezadas por estrellas de generaciones diferentes: Mireya Luis (4-1-0) y Mercedes “Mamita” Pérez (4-0-1).

Esta última fue de las reinas universales de 1978, como Imilsis Téllez y Mercedes Pomares, que atesoran cuatro oros panamericanos, contexto donde la tricampeona olímpica Lily Izquierdo sumó tres y una de plata.

También se colgaron tres preseas doradas Ana Ibis Díaz, Josefina Capote, Magaly Carvajal, Mavis Guilarte y Norka Latamblet.

En Río de Janeiro´07 Cuba recobró la hegemonía en una de las definiciones más emocionantes cuando dejó tendidas a las anfitrionas en un repleto Macarazhiño.

Cuatro años después, en Guadalajara, las brasileñas se desquitaron de aquel duro golpe que silenció el graderío.

Detrás de Cuba (8-3-1) y Brasil (4-2-2) aparecen en el medallero de estas citas Estados Unidos (1-5-5), México (1-0-3), República Dominicana (1-0-0), Perú (0-5-3) y Canadá (0-0-1).

El primer lauro de la isla fue bronceado en 1967, y el último de plata en el 2011.

La proeza de siete triunfos consecutivos será muy difícil de superar, como la de mantenerse 12 veces en el podio -44 años-mérito en el que mucho tuvo que ver la entrega de talentosas jugadoras y el rigor de técnicos eternamente recordados como los ya desaparecidos Eugenio George, Antonio Perdomo y Luis Felipe Calderón, por solo mencionar a los más encumbrados.