Holguín.- CONVERSAR con el Gran Maestro (GM) Isam Ortiz Suárez es siempre agradable por su locuacidad y la sencillez que mantiene intacta tras obtener medalla de plata entre los defensores de cuartos tableros en la Olimpiada Mundial de ajedrez disputada en Tromso, Noruega.

En la academia Eradio Domínguez, de Holguín, rodeado del cariño y la admiración de colegas y aficionados de su provincia natal, aceptó amablemente el diálogo acompañado de su novia, la Maestra Internacional capitalina Yuleisis Hernández.

El lugar 12 con que cerraste el Torneo Iberoamericano despertó disímiles comentarios sobre tus posibilidades en la Olimpiada Mundial, pero el resultado en esa lid fue impresionante. ¿A qué los atribuyes?

Contrario a lo que muchos puedan pensar el iberoamericano me permitió llegar en óptima forma deportiva a la Olimpiada. O sea, que no arribé preocupado a Noruega, todo lo contrario, dispuesto a lograr una meritoria actuación.

Te puedo resumir que los resultados en la Olimpiada se debieron a la buena preparación que logré, al fogueo en el Iberoamericano y al trabajo colectivo, porque como te dije en una ocasión el equipo olímpico de Cuba es una gran familia y eso ayuda a crecerse en los momentos más difíciles.

¿Cuál es tu valoración sobre el desempeño general?

Lo considero excelente, dada la elevada cantidad y calidad de los participantes, y que desde el comienzo nos enfrentamos a equipos muy fuertes y bien preparados. Te pongo un solo ejemplo: en la última ronda nos vimos con Inglaterra, un elenco de alto nivel mundial, y lo vencimos.

¿Qué retos te impone esta medalla?

Muchos, el mayor de ellos no dormirme en los laureles porque se trata de un punto de partida para incrementar los resultados, crecer profesionalmente, jugar mejor y elevar mi Elo, que ahora está por encima de los 2 600 puntos.

No dejo de tener en cuenta que desde ahora me acompañará esta actuación y crecerán las expectativas sobre qué lograré, y eso exige una cuota mayor de entrega y preparación, una realidad que estoy dispuesto a vencer.

¿Cómo acogieron tu labor en Holguín?

He recibido muchos elogios, de manera más cercana de familiares, amigos y colegas, además de que en mi patria chica, Moa, también fue grande el cariño y los reconocimientos, todo lo cual me estimula bastante y a la vez me compromete de cara al futuro.

¿Qué sabor deja en un ajedrecista joven lo alcanzado en Noruega?

Muy agradable, y acentúa el optimismo que siempre me acompaña, aunque te aseguro que mi satisfacción no es completa porque en la última ronda estaba en el primer lugar, tenía el oro a mi alcance, y saber que lo acaricié me genera esa tenue frustración.

Pero el rival de turno, de mayor experiencia y resultados, no dio tregua y al final la partida no tuvo otro camino que el de las tablas, esfumándose así la medalla de oro.

¿Competencias futuras?

En lo que resta del 2014 tengo previsto asistir a torneos en México, Colombia y Estados Unidos, pero prefiero darte la información cuando estén confirmados, y mientras llegan no dejo de prepararme en Holguín.

Su plata olímpica le llegó luego de revalidar el título nacional y ocupar la cuarta plaza en el grupo Premier del Memorial Capablanca, así que méritos tiene para pensar en retener la condición de mejor atleta holguinero de deportes individuales alcanzada en el 2013.