La Habana.- LA SELECCIÓN cubana de fútbol cayó en partido amistoso frente a su similar de Guatemala un gol por cero en el estadio Pensativo, de Antigua.

Pablo Elier Sánchez optó por un planteamiento 4-2-3-1 muy prometedor en el papel, pero que no funcionó de la manera deseada en la cancha.

El doble pivote formado por Karel Espino y Davide Incerti no conectaba de la forma imaginada con el joven Dayron Reyes, y daba la impresión de que perdía enteros la creación en el centro del área.

Los laterales Asmel Núñez y Dariel Morejón debían al desdoble ofensivo y Marcel Hernández, en su regreso a la selección, quedaba desconectado en el frente de ataque cubano que tenía a Maykel Reyes convertido en extremo en la banda contraria a la de Paradela.

La primera mitad evidenció la falta de dinamismo del equipo cubano, que sufría el embate de los chapines hasta el gol de Carlos Mejía al minuto 30.

A Cuba no le funcionaba casi nada hasta el descanso, pero con el juego en desventaja regresaron con un cambio de actitud notable y varias oportunidades de acercar el marcador.

Sin embargo, Marcel tocaba lejos de donde hace daño y todavía se notaba la ausencia del último pase que habilita a alguien en condiciones de marcar.

Cuba tocaba ahora mejor y se acercó con peligro al área guatemalteca hasta que al 60 Incerti dejó la cancha y se llevó con él el orden y la posesión del balón.

El conjunto de Juan Fernando Tena corrigió los intentos de Cuba de acercarse y terminaron ganando con el mismo marcador entre ambos de las eliminatorias.

De las últimas convocatorias faltaban al menos cinco titulares, incluyendo a Onel Hernández, Yosel Piedra, William Pozo o Jorge Luis Corrales, por lo que el resultado no invita al pesimismo absoluto.

Sin embargo, lo visto sobre el césped hoy es muestra de que todavía quedan ajustes tácticos, algunas piezas por utilizar y sobre todo muchísimo trabajo para hacerlo mejor.