La Habana.- LA ONDINA de apenas 17 años de edad, Andrea Becali, borró otro de los récords cubanos que perduró durante 22 años. Este sábado estampó 2:12.01 minutos en los 200 metros espalda durante la tercera jornada del XV Campeonato Mundial de Natación de Curso Corto con escenario en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos.   

El anterior registro era de 2:13.84 y sobrevivía desde el 4 de abril de 1999, cuando Ana María González lo implantó en Hong Kong. El tiempo de Andrea en el heat en que resultó quinta entre nueve concursantes le valió para el decimosexto lugar.

«Resultó una competencia muy bonita y positiva para mí. Es una experiencia más que sucedió luego de participar en los Juegos Panamericanos Júnior de Cali, donde no salí como hubiera querido en estos eventos. Agradezco a todos los que han contribuido a estos logros, especialmente a mi profesora Lulú y a mi familia», manifestó la capitalina.

No solo se despidió con nueva cota. Su destacado desempeño comenzó en el mismo debut el jueves al cronometrar 1:01.25 para hacer añicos la otra supremacía (1:02.17 en 100) de la propia Ana María, y mereció 719 y 731 unidades en cada distancia por la tabla de los mil puntos de la Fina (en relación al récord mundial).

Justo cinco años después de la actuación de González en pileta asiática nació el 24 de abril en La Habana la espigada nadadora que se encargó de anular el predominio de primacías con más de dos décadas de existencia.

«Andrea no perdió la oportunidad y dos récords son una buena señal, muy bueno para el deporte. Rompió marcas que databan de la época maravillosa de nuestra natación, por lo que ella retribuyó al esfuerzo de muchos y la felicité pues supo entender que los tropiezos son parte del proceso que tiene que vivir en la natación y hay que enfrentarlos sin temores porque somos humanos», enfatizó a JIT la veterana e incansable entrenadora Luisa María Mojarrieta.

«Nadó muy bien tácticamente, hoy hizo un evento clásico, sus pasos 32.0 y 33.05 y 1:05.05 en sus primeros 100 metros, el ritmo más alto que debía hacer y luego no excederse en ningún tramo de 50 metros. Pensé por un momento que podía romper la barrera de los 2.12. Era difícil para ella por cuanto sus tiempos eran muy altos, pero pudo comprender que cuando trabajamos con ritmos pocas veces se falla», explicó.

«Sabes que se sufre muchísimo, a veces no se tiene idea del esfuerzo que hay detrás de un resultado como este. Aquí está el sacrificio de muchos. Cómo no recordar a todas las personas que ella tiene a su alrededor y le desean siempre lo mejor, a veces cometemos errores y desestimamos la fuerza de nuestro deporte a nivel mundial», comentó.

«Los conocedores de esta disciplina sabemos que hay mucho camino por andar y en ese trayecto hay sus tropiezos. Pero hoy agradezco a mi alumna su confianza, disciplina y entrega incondicional hacia mis orientaciones. Sin ese detalle inicial no pudiéramos avanzar como equipo.

»Agradezco a todos los entrenadores que han transitado desde sus inicios, al personal médico, y a los trabajadores del Complejo de Piscina Baraguá, que nos brindan con amor lo que pueden y sin ellos sería imposible andar por este largo camino. Igualmente a su familia por apoyarla en los momentos en que lo hemos necesitado y a la dirección del deporte por su confianza en nuestro trabajo», recalcó.

Por su parte, Nelson Fernández, comisionado nacional, apuntó que «estamos muy contentos. Andrea supo reponerse de su inseguridad en este evento precisamente en los Juegos Panamericanos Júnior de Cali, donde estuvo cerca de una medalla al clasificar con el segundo mejor tiempo de la eliminatoria.

»Tiene mucho margen de mejorar, Lulú está muy alegre y esto nos ratifica que nuestras mayores potencialidades están cifradas en las muchachas, aunque contamos con algunos varones que no han tenido la oportunidad de demostrar su forma actual. Estos resultados nos comprometen a seguir buscando alternativas y estrategias de trabajo para recuperar nuestro espacio en el área centroamericana», acotó.

Este domingo cierra la presencia cubana la experimentada Elisbet Gámez en la prueba de 400 libre, cuya cota cubana -4:08.86 minutos- está en su propio poder desde noviembre de 2018.

La baracoense reiteró a JIT que luchará por bajar también la de esta distancia, pese a que sabe que es más difícil que la que logró pulverizar en 200 libre el primer día de competencia, cuando hizo 1:57.26 y dejó atrás el 1:58.02, que implantó hace tres años.