Pinar del Río.- LA FINAL de la Copa Mundial de Futsal comenzó con declaraciones de intenciones de ambos equipos. En analogía boxística, los primeros compases fueron de estudio e imposición de estilos.
Portugal tocaba mejor mientras Argentina esperaba detrás con solidez para robar y salir con espacios hacia la puerta de Bebé. Luego de asentarse ambos conjuntos en la cancha, los americanos gozaban los mejores chances hasta que Borruto soltó un puñetazo a la barriga de Ricardinho y no en sentido figurado, sino en el literal.
El VAR confirmó la agresión y la expulsión del jugador argentino, que dejó a los suyos con inferioridad por dos minutos. Costó a los lusos romper el cerrojo defensivo de una albiceleste en desventaja, pero Pany Varela aprovechó un pase de Brito para batir a Sarmiento con un disparo cruzado.
El dislate de Borruto costó demasiado a un conjunto que jugó una muy buena primera mitad. Para la segunda Portugal tenía un plan claro: aprovechar las prisas del conjunto de Matías Luciux. A punto estuvo de conseguirlo apenas empezar el complementario con un sombrerito de Erik a Sarmiento que encontró el larguero.
Con el nerviosismo de Argentina producto de la desventaja, Pany marcó el segundo en un córner. Un cubo de agua fría para los campeones que reaccionaron con un golazo de Claudino digno de conservar en las videotecas.
De ahí en más el conjunto argentino tomó las riendas del partido mientras los europeos aguantaban estoicamente los embates rivales. Bebé, una y otra vez, se agigantó en la puerta verdirroja hasta que en el último segundo de partido Basile sacó un “misil tierra aire” indetectable para el portero ibérico, pero se estrelló en el palo para negarle el tiempo extra y el bicampeonato a Argentina.
Portugal consiguió su primer título del mundo justo después de ganar el torneo europeo. Esta generación ya hace historia y cuelga de esta forma la primera estrella en la camiseta.
En el podio se encaramó otro sudamericano, pues Brasil ocupa la tercera plaza tras vencer a Kazajistán como se esperaba.
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