Tokio.- LOS RELOJES marcaban las 9:35 de la noche aquí y a miles de kilómetros, en La Habana, este viernes apenas comenzaba. A pesar de las distancias físicas y temporales, en uno y otro lado los seguidores del atletismo cubano estaban expectantes a lo que sucedería en el Estadio Olímpico con la carrera final de los 400 metros.

La cienfueguera Roxana Gómez partía desde el tercer carril, satisfecha con la historia que ya había escrito en suelo nipón. Igualó su marca personal de 50.76 segundos en el heat eliminatorio y más tarde, en la semifinal, rompió la barrera de los 50 segundos con crono de 49.71 que le convirtió en finalista de la distancia, 53 años después de que por primera y única vez lo hiciera Aurelia "Yeya" Pentón, en la edición de México 1968.

Lamentablemente no se pudo concretar el sueño de verla entrar en la meta. Tras una arrancada que apuntaba a un buen colofón, Roxana se detuvo, dio varios brincos con una sola pierna, y tocó con sus manos la que llevaba sin apoyo. No había salido apenas de la primera curva de la pista.

«No es grave. Hay que hacerle pruebas ahora al llegar a la Villa, pero no parece que sea nada grave», dijo la comisionada nacional Yipsi Moreno tras lo sucedido y antes de confirmar que la final del relevo 4x400 se correrá este sábado con la misma formación que aseguró la presencia en esa instancia.

«Roxana es una muchacha con mucho futuro y a nadie se le ocurriría forzar nada por un resultado», agregó Yipsi y aclaró que lo sucedido no tiene algún precedente.

«Ella llegó sin nada de lesión. Lo que le pasó es parte del deporte, aunque no nos guste… tal vez le afectó la intensidad de sus dos presentaciones anteriores. Lo cierto es que arrancó muy bien y había calentado sin problemas», recalcó la campeona olímpica del martillo de Beijing 2008.

Roxana rebajó cuatro veces su marca personal en la actual temporada. En el mes de abril pasado registró 51.39 y 51.13 segundos. Y luego, el 20 de junio, se creció en Polonia para rebajar su crono más sobresaliente hasta el mencionado 50.76.

Ella fue además parte indispensable de la posta del 4x400 metros campeona mundial a principios de mayo en Silesia, y asegurarse ahora a esta discusión de medallas individuales era ya un sueño cumplido.

En definitiva, la carrera cerró con el segundo reinado consecutivo de la bahamesa Shaunae Miller-Uibo con récord para la región del Caribe de 48.36 segundos. La revelación de la temporada, la dominicana Marileidy Paulino, se quedó con una plata acompañada de plusmarca nacional con 49.20 y para la estadounidense Allyson Felix fue el bronce de 49.46.

Para la norteña representó su décimo premio, con el que no solo iguala a su compatriota Carl Lewis en cantidad de preseas conquistadas en estas citas, sino que tiene el valor agregado de que lo logra con 35 años y después de su maternidad, convertida en símbolo de la lucha contra la discriminación de la mujer en el deporte.

El final de la antepenúltima jornada del atletismo olímpico tuvo otro “sabor” italiano cuando su posta de 4x100 metros pasó primero la meta y se coronó por primera vez en estos certámenes.

Récord nacional de 37.50 segundos concretado con el explosivo cierre de Filippo Tortu marcó hito para un país, que ha sido grande en el atletismo de esta cita estival. Un subtítulo en Berlín 1936 aparecía como su mejor historia bajo los cinco aros, y esta vez quedó como el capítulo más fresco de la nación sorpresa, pues ya son cinco sus títulos aquí acumulados.

Los 100 metros entre hombres, el salto de altura y las marchas de 20 kilómetros en uno y otro sexo han sido sus otros reinados en la capital nipona, que anda despidiendo esta histórica cita.