Tokio.- PARA algunos atletas no basta con crecer, con mejorar, con superarse, porque sus sueños están sobre el podio, siempre.
Pero crecer, mejorar y superarse tiene valor, merece la pena y debe valorarse en su exacta dimensión.
Esta filosofía tiene que ver con la actuación de la pentatleta cubana Leydi Laura Moya en los Juegos de la XXXII Olimpiada, en que ha concluido en el lugar 26 (de 36) de la prueba individual femenina.
No es lo que ella quería, seguramente, ni nosotros tampoco. Pero lo hecho supera lo conseguido hace cinco años en Río de Janeiro, cuando la tabla final de posiciones le mostró en el escaño 33.
Sobra decir cómo esta muchacha, en qué condiciones, ha fraguado esta mejoría, de ahí que vengan bien los elogios.
Tras concluir el jueves en el puesto 26 de la ronda de ranking de la esgrima, la cubana salió hoy a cubrir el resto de las pruebas.
En los 200 metros estilo libre terminó en el puesto 29 con tiempo de 2:17.96 minutos. Lo mejor en la piscina fue un 2:07.31 de la rusa Guinaz Gubaydullina.
En la ronda de bonificación de la esgrima superó a la japonesa Natsumi Takamiya, con pizarra de 190-184.
Luego, en el show de saltos de la equitación, montó a Cairo y sacó 291 puntos, válidos para un destacado lugar 15. Las ganadoras de la prueba fueron las lituanas Laura Asadauskaite y Gintare Venckauskaite, ambas con 300 unidades y sin penalizaciones.
Finalmente, en la prueba combinada de tiro y carrera, Moya se retrasó al lugar 30 con 504 tantos, bien alejada de la ganadora, Asadauskaite, autora de 602 unidades.
El podio quedó conformado por la británica Kate French, con mil 385 puntos que califican como récord olímpico; Asadauskaite (1 370) y la húngara Sarolta Kovacs (1 368).
Para este sábado se prevé el cierre del concurso individual masculino, en el cual estará presente el cubano Lester Ders.
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