Tokio.- ROXANA Gómez es finalista de los 400 metros del atletismo de estos Juegos Olímpicos y dicho así parece algo sencillo, pero nada más lejos de la realidad, luego de correr la distancia este miércoles en la noche con marca personal de 49.71 segundos.

En ese tiempo se resumen dos grandes hitos: es el segundo mejor registro de todos los tiempos en la Isla, a solo 10 centésimas del récord nacional de Ana Fidelia Quirós (49.61 en agosto de 1991) y hace 53 años que una representante de Cuba no avanzaba a la discusión de medallas olímpica en esa especialidad.

La única en defender la bandera de la Isla en esa misma instancia había sido Aurelia "Yeya" Pentón en México 1968, a quien se suma ahora la cienfueguera “colándose” en una final en que la bahamesa Shaunne Miller-Uibo (49.60) estará buscando retener su corona de Río de Janeiro 2016.

La revelación de la temporada, la dominicana Marileidy Paulino, también se aseguró entre las candidatas y lo hizo con récord nacional de 49.38 segundos, e intentará engrandecer su leyenda como la mujer más premiada en estas citas la estadounidense Allyson Felix, quien a sus 35 años muestra orgullosa seis títulos y tres preseas de plata en estos certámenes.

«La meta no es un lugar, es romper el récord nacional y con eso cumplimos un sueño. Ya tiene en su poder la segunda mejor marca de todos los tiempos en Cuba y ella puede más», aseguró a JIT el entrenador Ricardo Molina, emocionado con una Roxana que alegró a todos los que la siguen.

La cienfueguera corrió como nunca en su vida. Aprovechó el carril cuatro para hacer su estrategia, llevó el ritmo en clara demostración de muy buena forma física y un estado mental excelente, pues desde un día antes había dicho que saldría a correr fuerte todo, sin importar que será también la cerradora de la posta 4x400.

«No voy a reservarme nada, ni pensar si tengo el relevo… voy a ir duro siempre, a buscar rebajar marcas porque sé que puedo», había dicho cual “pitonisa” cuando con 50.76 segundos igualó hace unos días en las clasificaciones, el que era entonces su tope personal.

La noche calurosa, como todas las que hemos vivido aquí, no pareció afectar a Roxana, una mujer que en el 2020 apenas marcó un 54.73 como máximo referente, y en lo que va de año ha mejorado tres veces su marca personal.

«Esto es la continuidad de una excelente preparación. Respetó la estrategia que habíamos planificado, que era salir fuerte los primero 80 metros y no dejarse robar la iniciativa», resumió Molina, quizás tan feliz como la propia Roxana, quien aún incrédula ante la hazaña tuvo en el emocionado llanto su reacción inicial.

«Descomunal… sencillamente descomunal», fue el comentario del jefe técnico del atletismo cubano, Daniel Osorio, cada vez más satisfecho con lo hecho por el esfuerzo y el trabajo previo de los atletas y entrenadores cubanos, que aquí va dando frutos.

«Ella sabía que tenía que correr y correr, porque estaba en medio de las mejores del mundo y esa era la única manera», añadió Osorio, convencido como el resto del equipo de trabajo del atletismo cubano que la única oportunidad de Roxana radicaba en lo que hizo: bajar la marca personal.

La final de la vuelta al óvalo se disfrutará el viernes casi al cierre de la jornada nocturna y todos los cubanos estaremos atentos a la espigada Roxana, que aun cuando no logre subirse al podio, se ha convertido en una de las más agradables noticias para Cuba en el Estadio Olímpico.

Lamentablemente, no todo pudo ser alegría en la jornada, pues la heptalonista Yorgelis Rodríguez salió lesionada en la misma primera prueba, los 100 metros con vallas. Su imagen abandonando la pista en brazos del personal médico del certamen, no fue solo dolorosa para la atleta, también para todos los que hemos disfrutado sus grandes triunfos.

Los detalles de lo sucedido y la magnitud de la lesión deberán trascender en las próximas horas, aunque es claro que no llegó en plenitud de forma para enfrentar esta competición y su mayor mérito es haber llegado hasta aquí luego de tantos inconvenientes enfrentados durante el proceso.

La jornada, que fue testigo del nuevo récord mundial establecido por la estadounidense Sydney McLaughlin (51.46 segundos) en los 400 metros con vallas para mujeres, se despidió con el triunfo de Andre de Grase en los 200 metros planos. Con plusmarca nacional de 19.62 segundos, el canadiense sucede en el trono al mítico jamaicano Usain Bolt, quien reinó en esta distancia durante tres ediciones consecutivas.