Tokio.- EL CRUCERO Julio César la Cruz puso un “tapabocas” al nacionalizado español Enmanuel Reyes y elevó a tres los bronces asegurados por la armada cubana en el torneo olímpico de boxeo, donde acumula ocho éxitos consecutivos.

«¡Patria o Muerte!», dijo el monarca de Río de Janeiro 2016 tras deshacer sobre el ring las provocaciones verbales de su oponente, a quien dejó con los deseos de regalarse el malintencionado «Patria y vida» en caso de la victoria que no logró.

«Aquí hemos venido a arrancar cabezas», había asegurado Reyes, exintegrante de la preselección nacional de la Isla, luego de noquear al kazajo plateado a este nivel Vassiliy Levit, pero La Cruz confirmó que hasta los “profetas” deben validar los sueños entre las cuerdas.

Fue un pleito a la altura de lo esperado, con el tetracampeón mundial afianzado en sus habilidades para la esquiva y la rapidez en un golpeo que le permitió salir delante en el primer asalto y definir en el conclusivo, después del repunte del ahora “ibérico” en el intermedio, cuando los jueces le vieron ganar 4-1.

«Todo esto es por Cuba y su Revolución», aseveró el ídolo de Camagüey. «No hay presión, porque todos estamos preparados para enfrentar este y otros retos», dijo el capitán de un elenco que mañana vivirá los estrenos del mosca Yosbany Vetía y el ligero welter Andy Cruz.

«Resultó un buen combate, pero saqué la mejor parte y la victoria está aquí», enfatizó antes de afirmar que el propósito es mejorar el color de la medalla en las siguientes salidas, hasta coronar la aspiración de volver al centro del podio visitado hace cinco años en la división inmediata inferior.

El paso siguiente le llegará el viernes, ante el brasileño Abner Teixeira, victimario 4-1 del jordano Husein Iashaish.

RONIEL

Dorado en Londres 2012 y tercero en Beijing 2008, Roniel Iglesias disputa sus cuartos Juegos Olímpicos y este viernes neutralizó al estadounidense Delante Johnson para acuñar fallo de 5-0 en premio a una labor que generó elogios en la impresionante arena Kokugikan.

«Esta vez lo enfrenté mejor preparado y desde el primer asalto supe que podía ganar si mantenía el trabajo, basado en la rapidez de mis golpes», explicó en comparación con el 4-1 disfrutado sobre el norteño en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

Organizado todo el tiempo, rápido en la transición de la defensa al ataque, el caribeño aprovechó para colocar bien sus ganchos cuando las acciones pasaron a la corta distancia, y ello complementó los impactos igualmente registrados desde afuera.

«Contento, pero concentrado en lo que está por delante», aseveró el experimentado pinareño, llamado a vérselas el domingo con Andrei Zankoboi, otro guerrero de mil batallas que compite bajo la bandera del Comité Olímpico de Rusia.