Tokio.- MARÍA Caridad Colón ganó oro bajo los cinco aros en la jabalina de Moscú 1980 y ese es un recuerdo imborrable, pero ahora acaba de disfrutar una sensación muy similar al recibir la que le acredita como miembro del Comité Olímpico Internacional (COI).
«Es una emoción inexplicable y sorprendente a la vez… Es un honor esto que estoy viviendo, por mi manera de ser, por mi raíz de atleta no me imaginaba aquí, yo me siento todavía atleta», dice en un aparte con JIT la mujer que en estos momentos es la única representante cubana en el COI.
Sencilla hasta la médula, natural como pocos y sobre todo orgullosa total de haber nacido en Baracoa, María Caridad se sabe ahora con la posibilidad de tributar desde sus nuevas funciones.
«Desde este puesto puedo dar mucho, primero que todo a Cuba y también a América. Yo siento que tengo razones de sobra para sentirme útil y feliz con cada paso que logre, lo mismo que cuando era atleta», confiesa tras sus primeras horas en esta ciudad, donde ya asistió a la 138 Sesión del COI.
Acerca de esa experiencia asegura que hubo debates muy interesantes relacionados con lo que se prevé hacer en el futuro inminente, sobre todo con el apoyo que seguirá brindando el organismo internacional a la lucha contra la covid-19.
Respecto a la presente cita, comentó que los organizadores rindieron un informe detallado en cuanto a las medidas que se toman para tener unos Juegos seguros y en especial se tomó como un logro el no haber cancelado la competición.
La elección de Nicole Hoevertsz, de Aruba, como vicepresidenta del COI, la interpreta como un paso lógico en el proceso de igualdad de género hacia el que se encamina esa entidad.
«Es un logro esa elección, hay que soñar en grande y pensar que un día podremos tener una presidenta mujer. Ella es amiga de Cuba y mía en lo personal, me involucró en todos estos temas de la mujer cuando ya dejé de ser deportista en activo y creo que será un apoyo especial para América», reconoce.
Sobre su posible vinculación con alguna de las comisiones del COI habló de los seminarios virtuales en los que le han puesto al tanto del trabajo en general de todas, pero aún sin definir en cuál le pudieran insertar.
«Poco a poco tengo que ir ganando en experiencias, aún no estoy en ninguna comisión directamente, he aprendido el funcionamiento de cada una y estaré lista para la que me designen», aseguró, aunque mencionó las de Deporte y Mujer, y Cultura y Patrimonio como las que más se identifican con sus gustos.
María Caridad ha revivido en Tokio sus experiencias olímpicas como atleta. Siente estar en familia, disfruta encontrarse con personas a las que no veía desde hace muchos años y sobre todo se siente más atleta que nunca, aunque ahora no le acompaña aquella jabalina que le hizo pasar a la inmortalidad del Olimpo.
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