La Habana.- CON EL orgullo del deber cumplido a base de entrega y sacrificio, regresó hoy a casa la delegación cubana que intervino en los VI Juegos Parapanamericanos de Lima, Perú, en los cuales obtuvieron el séptimo lugar por países.
El destacado grupo de paratletas, que cerró la justa con 39 medallas (13 de oro, 10 de plata y 16 de bronce), fue recibido por Olga Lidia Tapia Iglesias, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, y Osvaldo Vento Montiller, presidente del Inder.
Sin dudas, la labor más encomiástica fue firmada una vez más por la invencible santiaguera Omara Durand, medallista de oro en 100, 200 y 400 metros planos categoría T12 (débiles visuales profundos), quien lleva 11 años ganando todos los títulos en cuanto torneo y prueba interviene en la arena internacional.
«Fueron unos Juegos Parapanamericanos fabulosos, pues además de mis tres preseas de oro, pude plasmar mis huellas en el cuadrado de cemento durante una ceremonia protocolar, al lado de las de Usain Bolt, quien fue invitado a los Juegos Panamericanos», comentó Durand.
Aunque no pudieron repetir la actuación de hace cuatro años en la justa de Toronto, donde alcanzaron el sexto lugar por naciones, nuestros guerreros dieron lo máximo con amor, esfuerzos y entrega total.
«Para todos nosotros fue una gran experiencia, pues somos una gran familia y cumplimos con uno de los principales objetivos por los que fuimos a Lima: poner bien en alto el nombre del pueblo de Cuba, que siempre nos apoya, expresó el paranadador Lorenzo Pérez, dueño de una presea de oro y dos de plata.
Los paratletas cubanos demostraron que cuando hay deseos de lograr algo trascendente, ni la discapacidad es obstáculo para conseguirlo. Solo hay que ser perseverante y tener tanta valentía como sacrificio; pero fundamentalmente, evidenciaron su seguridad de que sí lo podían lograr.
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