Lima.- PESE a padecer hace poco una enfermedad y no entrenar mucho los 400 metros libre S6, Lorenzo Pérez ganó hoy la sexta presea de oro para Cuba en los VI Juegos Parapanamericanos, durante la primera jornada de la natación.
Con esa actuación llegó a siete doradas consecutivas en estas lides, incluyendo lo hecho en Guadalajara 2011 y Toronto 2015, aunque ahora en una modalidad de la que había decidido y anunciado retirarse.
«Sí, declaré que me iba a retirar de los 400, pero teniendo en cuenta la necesidad de aportar a la delegación y las posibilidades reales de llegar al oro decidí tirarme de nuevo», expresó Pérez después de haber anunciado a JIT que tras los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro no la nadaría más.
«No entreno mucho esa distancia, pero asumo este compromiso y deber que tengo con el movimiento deportivo cubano, con mi Patria, la familia y mi entrenador Ernesto Garrido», significó sobre esta vuelta de oro en la piscina.
«Vengo en recuperación tras padecer dengue, así que no he llegado bien a Lima. Por eso no me acerqué a mis mejores marcas», declaró después de triunfar en la segunda final de la tarde en el Centro Acuático de la Villa Deportiva Nacional (Videna).
El granmense, aquejado de paraplejía, le ganó otra porfía al colombiano Nelson Crispín (afectado de enanismo), reñida desde el principio y decidida con el repunte del cubano a partir de los 150 metros. Remató a su rival en el final por solo centésimas.
Pérez concluyó con 5:19.37 minutos y Crispín en 5:19.63. En tercer lugar quedó el mexicano Raúl Gutiérrez (5:24.54).
«Este resultado demuestra que en las modalidades de 50 y 100 metros estaré entre los medallistas», anunció el campeón paralímpico en la Ciudad Maravillosa y recordista mundial del hectómetro con registro de 1:06.40 minutos.
«Por ser velocista, los 400 es un evento que no se corresponde con las otras, pero siempre que haya posibilidades como esta lo haré. Ya veremos en los Paralímpicos de Tokio», aclaró en el intercambio efectuado en la zona mixta de la excelente instalación.
Sobre las restantes especialidades, Pérez confirmó que antes del padecimiento tuvo una buena preparación y «eso no nos amilanará ni quitará todo lo hecho. Estoy seguro de que saldré a dar mi mayor esfuerzo».
Llegado aquí desde el pasado 9 de agosto, Pérez vivió aun jornadas de recuperación y luego volvió a los entrenamientos. Sin embargo, consideró que ya pasó la parte más difícil y tendrá tiempo hasta el 31 del presente mes para nadar a tope los 100.
«En 50 todo dependerá de la arrancada, eso será decisivo para mí», señaló Pérez, quien parte desde posición de sentado, algo que atenta siempre en los inicios, fundamentalmente en las modalidades cortas.
Por lo pronto ya sacó su primer metal áureo en la vistosa alberca limeña. Los otros están a la vista.
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