Foto: Roberto Morejón

Lima.- CUALQUIERA diría que el tirador cubano Leuris Pupo es un hombre de extremos, de todo o nada, de oro o barro, de gloria o pesar…

Sucede que a lo largo de cinco ediciones de los juegos panamericanos (Winnipeg 1999 a Toronto 2015) acumula dos títulos en la pistola tiro rápido a 25 metros, pero en las restantes ocasiones se despidió sin premio alguno.

Curiosamente, cada vez que ganó (2003 y 2007) se fue en blanco en los siguientes juegos olímpicos, pero cuando desapareció del podio en Guadalajara 2011 se robó toda la gloria posible en la justa bajo los cinco aros de Londres 2012.

¡Cuánta contradicción! Diría un desentendido. Pero el alto rendimiento es así de “loco”, máxime en una prueba en que se gana o pierde por décimas desde hace ya algún tiempo.

Lo cierto es que Pupo ha tocado la cúspide de su deporte y sigue siendo un referente global de su atractiva modalidad. Ya se encuentra en Lima listo para su sexta incursión panamericana.

Lo mágico, lo impresionante, es que acaba de decirle a JIT que ha cumplido la mejor preparación de su vida para un certamen como este, y esa verdad monumental no parece pesarle de cara al resultado que muchos esperan de él y su compañero Jorge Félix Álvarez.

«Me siento bien, tengo muchas expectativas. Llevamos tiempo entrenando en Lima, desde marzo exactamente, gracias a un convenio establecido entre Perú y Cuba. Me siento en excelentes condiciones», afirmó con su habitual buen carácter.   

«Esta ha sido mi mejor preparación para un evento panamericano, así que espero obtener de nuevo la medalla de oro», sostuvo ahora con firmeza y seguridad, a sabiendas del reto que se avecina.

«El nivel de la modalidad es alto en América. Un estadounidense y yo estamos clasificados para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y los demás rivales son los mismos de las últimas tres ediciones: Brasil, Venezuela y México», explicó con un ademán que dejó claro que “el cuartico está igualito”.

Finalmente, el holguinero consideró que «Jorge Félix viene subiendo el nivel, ha llegado a podios incluso, ambos pensamos estar en la final. Vamos a luchar por dos preseas, estamos muy preparados y confiamos en que todo salga en el momento adecuado».

La hazaña de dos metales panamericanos no sería novedad para Cuba en esta modalidad, pues cuando Leuris triunfó en Santo Domingo le escoltó Juan Francisco Pérez; y antes, en La Habana 1991, Rafael Rodríguez fue plata y Guillermo Reyes bronce.

Por cierto, para evitar inexactitudes, las ausencias de Pupo en el podio panamericano tienen sus matices: en 1999 era un jovenzuelo; en Guadalajara 2011 le falló su vieja arma; y en Toronto 2015 no llegó al podio, pero implantó récord para el evento en la fase clasificatoria.

Hablamos de un extraclase, de alguien en quien siempre puede y debe confiarse.