La Habana.- SIN IMPORTAR el detalle del viento, el atletismo cubano, y en especial Juan Miguel Echevarría, tienen motivos para estar felices. 

Quien a pesar de su juventud es ya una estrella de talla mundial firmó un extraordinario “brinco” de 8,92 metros en el salto de longitud, sin dudas la marca más espectacular de la Copa Cuba que hoy bajó su telón y sirvió de cierre al primer macrociclo de una preparación que mira a los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

Carrera de impulso perfecta, despegue como tantas veces lo ha ensayado y caída casi al borde final del tanque de saltos... Todo en apenas segundos en la pista auxiliar del Estadio Panamericano, donde todas las miradas estuvieron fijas en el rey del más reciente campeonato mundial bajo techo.

El viento a favor de 3,3 metros por segundo –lo permitido es hasta 2,0– impidió homologar tal registro, pero de cualquier forma este resulta excelente medidor para saber con más certeza hasta dónde pudiera llegar el jovencito camagüeyano de la mano de su entrenador Daniel Osorio.

Especialistas allí reunidos, y el propio estratega, aseguran que en condiciones de viento normal un desempeño de este tipo podría estar en el rango de 8,50-8,60 metros, lo que también se traduce en “palabras mayores”.

«Es una excelente marca y he trabajado bien. Sabía que iba a hacer mucho viento y por eso me dispuse a aprovecharlo a mi favor… Hacer las cosas bien con la carrera de impulso y la técnica de despegue», comentó Juan Miguel, quien solo realizó ese salto, pues al caer en la arena se torció el tobillo derecho y fue atendido inmediatamente por el galeno Fidel Frías.

«No es nada grave, el médico diagnosticó un esguince de grado uno, que solo llevará reposo y algo de fisioterapia», reconoció Osorio, quien restó importancia a lo sucedido, pues el principal objetivo, una buena ejecución, se cumplió.

Tras Juan Miguel se quedaron con plata y bronce Maikel Massó (8,30) y Lester Lescay (7,77), por ese orden.

En el resto de la jornada, Rose Mary Almanza ganó su segunda medalla de oro en el certamen, al dominar los 1500 con tiempo de 4:25.62 minutos, y Adriana Díaz completó 6 mil 293 puntos y se coronó en el heptatlón, pero sin llegar a la marca de clasificación mundialista.

En la impulsión de la bala no hubo sorpresas para la favorita Yaniuvis López, otra vez líder con 17,82 metros, mientras que en el martillo Elianis Despaigne tiraba 66,90 metros para acaparar la corona.

Leandro Zamora (50.17 segundos) y Zurian Hechevarría (56.96 segundos) mandaron en los 400 metros con vallas en cada sexo, para así cumplir con los planes trazados por su entrenador Ricardo Molina, aunque este aseguró que aspiraba a mejores registros.

«Es la situación actual, tenemos que competir en esta pista, pero aquí bate mucho el viento y más en la recta norte, aunque los afecta en la sur, pues les hace perder el ritmo de pasos», puntualizó tras presenciar la premiación en un escenario a escasos metros del mar.

Con esta lid, desarrollada en tres intensos días, concluye la primera parte de la preparación rumbo a la cita multideportiva continental de Lima 2019, y aunque ahora vendrán análisis más detallados -sobre todo de carácter individual- el saldo principal fue rescatar el espectáculo del atletismo en la capital.

Desde hacía dos años La Habana no podía acoger citas de este tipo por falta de una instalación adecuada, y aunque este fue diseñado para entrenamientos, permitió vivir emociones en una fiesta necesaria para el deporte rey.