Santiago de Chile.- NO ES cierto, al menos no de plano, que lo que mal inicia mal acaba.  

Si así fuera, el pinareño Arley Calderón no sería hoy el primer campeón de Cuba en los XIX Juegos Panamericanos de Santiago 2023.

La historia, al menos para nosotros, comenzó en el Aeropuerto Internacional José Martí, donde el joven pesista afirmó con notable humildad que venía por un puesto en el podio de los 61 kg.

Sus entrenadores le daban opciones de un metal de bronce, tomando en cuenta el favoritismo de los representantes de Estados Unidos y República Dominicana en su peso.

Luego, cuando se supo que no estarían por disímiles causas, comenzó a merodear la posibilidad de una corona fuera de planes. Esa es la verdad.

Solo hacía falta que Arley cumpliera lo previsto y quizá un poco más, de acuerdo a como le exigieran sus oponentes.

En el gimnasio Chimkowe se aglomeraron los cubanos, desde el presidente del Inder, Osvaldo Vento Montiller, hasta periodistas, otros directivos y atletas.

Arley vio pasar buena parte de la competencia de arranque antes de subirse por primera vez a la plataforma. Había pedido 122 kg, cota bastante alta para empezar, al menos a este nivel.

Una leve imprecisión hizo que perdiera el ejercicio y se tensaran los ánimos en una sala acogedora y bastante llena de público para la ocasión.

Sin embargo, el vueltabajero reasumió la barra con confianza y le dio a ese peso con autoridad, antesala del intento con 125 kg que casi definió la suerte de la competencia.

Puede afirmarse así tomando en cuenta que solo otro hombre, el venezolano Wilkeinner Nahun Lugo, logró esa marca; pero sobre todo porque en el envión las credenciales del cubano resultaban inigualables para sus rivales.

Tanto fue así que Arley se “despachó” toda esa competencia en la sala de calentamiento, y cuando nadie más tenía deudas en la plataforma se levantó y decidió el orden del podio, de una vez.

Se detuvo delante de la barra con 154 kg, hizo su rutina de brazos, básicamemte estiramientos y algún que otro tip incorporado con los años, se inclinó para el agarre y en pocos segundos vimos el clean and jerk de un modo perfecto. La tabla mostró un inalcanzable biatlón de 279 kg.

Soltó el peso, sonrió levemente y saludó con reverencia al público presente. No hubo efusividades, ni siquiera cuando se abrazó a los entrenadores. Ellos sabían de esta inmensa alegría por adelantado.

Las preseas de plata y bronce correspondieron al mexicano Víctor Guemez (276) y al peruano Luis David Bardales (275).

Con esta actuación, Cuba ya mejora lo hecho en este deporte hace cuatro años, en Lima 2019, cuando se logró apenas una medalla de plata.

AL HABLA CON EL CAMPEÓN

«Los rivales del área tienen muy buen nivel y una gran actitud competitiva. Estuvimos reñidos durante el arranque y también en el envión, pero ese es mi mejor ejercicio y me reservé para un último movimiento que me diera el resultado», explicó el flamante campeón en diálogo con periodistas.

«Salí al primer arranque un poco confiado, pero ya después sí fui al seguro por una marca que me pusiera en la competencia. En el envión todo sería más fácil porque es lo que más me gusta», agregó asediado por preguntas desde todos los flancos.

«Sin subestimar a nadie, cuando me vi con los 125 kg en arranque sentí mucha seguridad en la victoria, ya que el envión es mi fuerte», expresó antes de explicar por qué no buscó otra cifra en su ejercicio predilecto.

«Quedan muchos eventos por delante, incluidos los de clasificación olímpica, y los entrenadores consideraron la importancia de preservarme para futuras competencias más exigentes», puntualizó el doble medallista en los recientes XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023.

«Estoy supercontento porque en Lima 2019 no tuve una actuación buena, al quedar en el sexto lugar. Ahora me preparé muy bien y todos los entrenadores confiaron en mí de cara a esta medalla», concluyó.

Minutos después de esta conversación, supimos del mensaje publicado en la red social X por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Partido y presidente de la República.

«La primera presea que marca nuestro medallero es de oro. Nadie pudo levantar más que el pinareño Arley Calderón. ¡279 kilogramos! Felicidades Arley, nos regalas el orgullo de escuchar por primera vez el Himno de Bayamo en #Santiago2023.», escribió el mandatario cubano.