La Habana.- AUNQUE muchos las creían clave en la solución del litigio con el Comité Olímpico Internacional (COI), la Asociación Internacional de Boxeo (IBA, por sus siglas en inglés) cerró las puertas a nuevas elecciones presidenciales.
En un congreso extraordinario organizado en Ereván, capital de Armenia, 106 federaciones nacionales desestimaron una propuesta solo avalada por 36, como parte de un sufragio completado con cuatro abstenciones.
Así se esfumó la posibilidad de que el neerlandés Boris van der Vorst apareciera en la boleta como oponente del ruso Umar Kremlev, elegido en mayo durante un encuentro similar acogido por Estambul, en Turquía.
Recordemos que entonces ambos aspiraron, pero Van der Vorst resultó inhabilitado por una unidad de nominaciones interinas independiente y Kremlev, llegado al puesto en 2020, celebró su ratificación en condición de candidato único.
Inconforme con los argumentos esgrimidos para apartarle, vinculados a supuestas irregularidades durante su campaña, Van der Vorst apeló al Tribunal de Arbitraje Deportivo, que terminó por habilitarlo.
Sin embargo, la IBA parece haberlo asumido como una opción, pues llevó a votación si proceder o no en correspondencia con lo dictaminado, fórmula que evitó el “duelo”.
De tal forma, el ruso aseguró otros cuatro años de mandato, mientras se disparan las expectativas en torno a cuál será la respuesta del COI, que suspendió a la IBA en 2019 e insiste en señalarle irregularidades en arbitraje y gobernabilidad.
Como sucedió para Tokio 2020, el organismo olímpico se hará cargo del proceso de clasificación y la justa de París 2024 en este deporte, que por si fuera poco aún no tiene presencia segura en Los Ángeles 2028.
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