Foto: Organizadores

La Habana.- LA REACCIÓN de un público rendido a sus encantos otorgó nota de 10 a la presencia de Yipsy Moreno en La Sabatina, espacio donde el historiador Ernesto Limia Díaz aborda la cultura desde sus muchas aristas.

Al compás de un ameno diálogo con el anfitrión, la exmartillista reina olímpica y mundial recorrió pasajes imprescindibles de su carrera, respondió interrogantes de los presentes e hizo importantes precisiones en torno a la actualidad.

«No podemos olvidar quiénes somos y de dónde venimos, y lo imprescindible de entregarse a fondo cada día, porque el país continúa haciendo un gran esfuerzo por el deporte», dijo Yipsy en el Centro Cultural Cinematográfico Fresa y Chocolate.

Tras recordar que el Comandante en Jefe Fidel Castro siempre ponderó la vergüenza competitiva, tal como experimentó cuando fue segunda en Atenas 2004, la hoy comisionada nacional de atletismo evocó a figuras devenidas paradigma para las nuevas generaciones.

«Ana Fidelia, Sotomayor, Juantorena, Mireya, Yumilka, Azcuy y otros muchos son parte de la amplia lista de quienes siempre mostraron amor por la camiseta como expresión de compromiso, y tienen otros muchos continuadores», destacó.

«Sotomayor se trasladaba en guagua siendo campeón mundial, porque siempre tuvo conciencia del país donde vivía, al que pertenecía, y de las oportunidades que recibió, y ese es el espíritu que tiene que seguir distinguiéndonos, aunque las condiciones sean ahora diferentes», sostuvo.

En un ambiente distendido y artísticamente realzado por las propuestas de la agrupación Percuba Ensemble, la camagüeyana que se sobrepuso a no pocas molestias físicas para salir al círculo de lanzamiento elogió el valor de la tenacidad.

«El deporte implica sacrificio, al punto de soportar dolores y enfrentar los entrenamientos y las competencias con un régimen casi militar, o sea, saber a qué te estás entregando y las limitaciones que eso impone.

«Nada puede ser más importante que representar a Cuba, y esa tiene que ser una máxima, porque nuestros atletas de hoy reciben beneficios y disfrutan de condiciones que no están al alcance de otras esferas», sentenció.

«Todo eso es parte del privilegio de saberse embajadores de un país donde cualquier niño con determinado talento tiene a su disposición lo necesario para desarrollarlo, sin que importen su origen o lugar de residencia», enfatizó poco antes de emocionarse hasta el llanto con quienes le agradecieron las alegrías provocadas con sus lauros.

«Somos representantes de una actividad muy seguida por nuestro pueblo, y ese es un privilegio que merece cualquier sacrificio, interiorizando que para exigir primero tenemos que merecerlo a base de resultados y comportamiento, y ese es el mensaje que trasladamos a los más jóvenes», afirmó.    

«Con independencia de cualquier dificultad debemos saber apreciar lo que tenemos», expuso la también integrante del Consejo de Estado, quien resaltó el sistema de escuelas y otras instalaciones que tributan a la alta competición, y las políticas de ingreso que benefician al sector.

«Hoy, por ejemplo, hasta los juveniles miembros de las preselecciones nacionales reciben un salario, y los premios quedan en poder de sus ganadores, sus entrenadores y otros miembros del colectivo que contribuyeron a su obtención», expuso.

«La voluntad del país, el esfuerzo de la dirección del Inder y el aporte que buscamos multiplicar desde la base nos permiten mirar con optimismo hacia el futuro, valorando qué tenemos y enfocados en lo que realmente necesitamos, tanto en lo material como en lo espiritual», aseveró.