La Habana.- DICEN que los 15 solo se celebran una vez… y puede ser cierto en cuanto a cumplir años se refiere, pero para Maritza Arribas hay otra oportunidad y la disfruta ya precisamente desde la ciudad georgiana de Batumi, donde es parte del equipo femenino cubano que jugará en la Olimpiada Mundial de ajedrez.

Santiaguera de nacimiento y cienfueguera por adopción, Maritza es una mujer marcada por varios récords en las filas del ajedrez en la Isla y sus participaciones en estos certámenes suman un nuevo acápite a su historia.

Múltiple ganadora en torneos nacionales juveniles, 11 veces reina entre mayores y ahora incluida en un equipo olímpico por decimoquinta ocasión.

Aunque no logramos encontrar la estadística que permita con certeza afirmar cuántas otras mujeres en el mundo han disfrutado un privilegio parecido, no es exageración creer que no deben ser muchas…

«Si, no creo que sean muchas y eso es algo que me da orgullo…», dijo en conversación con JIT unos días antes de viajar a la sede y mientras compartía entrenamientos conjuntos con sus compañeras y el seleccionado masculino.

Maritza integró las selecciones por primera vez en Salónica 1988 y aunque fue una de las suplentes intervino en nueve partidas y ganó seis de ellas. Desde entonces siempre ha sido parte de las elegidas.

En Turín 2006 –jugando otra vez como reserva- tuvo su mejor rendimiento individual con 7,5 unidades en 10 partidas y balance de seis triunfos, tres tablas y apenas una derrota.

Ha jugado más que nadie en la primera mesa, en seis ocasiones, y aunque ahora ya sabe que será tercer tablero, cree que volverá a tener mucha “presión”… «Porque eres la experiencia, la que debes dar el ejemplo… pero soy optimista, soy competitiva y a medida que avance el torneo sé que me sentiré mejor».

«Jugar el primer tablero es estresante. Ahora la mayor presión es saber que soy la “veterana” del equipo», aseguró con su habitual naturalidad la mujer que resalta la unidad del actual equipo como su mayor fortaleza.

«La unidad… eso es lo más importante, llevarnos bien y que no haya problemas entre nosotras. Y eso creo que lo cumplimos ahora, tenemos buenas relaciones todas y estamos centradas en el equipo», confesó.

De su preparación específica para la justa mencionó varios torneos jugados, en especial el de Benasque, en España, donde enfrentó varios hombres de rango y ganó algunos puntos para su ranking.

«Dentro de mi repertorio juego bastantes cosas diferentes, y como siempre elegiré dependiendo de quién sea el contrario. Lo más importante es tener el espíritu de jugar y más que nada lograr posiciones en las que me siento bien», mencionó cuando de la teoría se habló.

Imprescindible fue cerrar el rápido diálogo con otro tema que no fuera sobre los recuerdos de sus asistencias olímpicas y aunque no supo elegir entre tantos momentos individuales disfrutados o sufridos, uno colectivo se llevó el mérito de más importante.

«El cuarto lugar del 2010. Fue impresionante, quedamos empatadas en tercero y por desempates fuimos cuartas, pero sin dudas es ese el mejor recuerdo de una olimpiada».

La cita de Batumi tendrá su primera ronda este lunes y Maritza compartirá protagonismo con Lisandra Ordaz, Yaniet Marrero, Lisandra Llaudy y Yerisbel Miranda.