Por Rudens Tembrás Arcia, enviado especial

Barranquilla.- DOS MEDALLAS de plata y una de bronce fue el saldo de Cuba en la primera jornada del karate de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, gracias a las actuaciones de Baurelys Torres (55 kg), Maikel Noriega (67 kg) y Claudia Burgos en el coliseo del Colegio Marymount.

Esta última fue la primera en llegar al medallero de la especialidad, al terminar tercera en la kata individual, con éxito de 5-0 sobre la salvadoreña Evelin Caballero, y derrotas ante la dominicana María Dimitrova (5-0) y la venezolana Andrea Armada (4-1), según estimaron los jueces.

«Esta medalla es muy importante, no solo porque abrió nuestra cosecha, sino porque pone en alto la calidad de la kata cubana. Este desarrollo ha sido el resultado de un largo proceso de entrenamiento. Yo me sentí bien, estaba preparada, y aunque fue dificil el resultado salió», expresó la capitalina Burgos. 

En el kumité, Baurelys y Noriega se abrieron paso hasta la final, pero allí sus oponentes no les permitieron libertades y acabó el sueño de unas coronas impensadas.

La chica aventajó en su grupo a la tica Débora Vargas (6-0), a la panameña Alanis Carrera (5-0) y a la salvadoreña Evelin Caballero (1-1), a esta última con el favor del magistrado. En semifinales fue superior a la guatemalteca Ilce Díaz, por 4-0, pero en la discusión del oro falló ante la venezolana Génesis Navarrete por escasa pizarra de 1-1.

«Entrenamos muy fuerte y sabíamos que la competencia sería dura. El pronóstico que traía era plata, pero mi propósito era el oro. No se pudo lograr, será en la próxima ocasión, quizás en los Panamericanos de Lima. En la final me esforcé mucho, con el apoyo del equipo y mi entrenador», aseguró a la prensa tras bajar del podio.

Noriega vivió una justa bastante similar, pues en la llave resultó imbatible por parte del venezolano Freddy Borjas (3-1), el colombiano José Ramírez (1-0) y el guatemalteco Christian Wever (5-4).

En el pleito semifinal, el nuestro superó por 2-1 al panameño Alberto Gálvez, antes de caer en la final con pizarra de 1-2 ante el dominicano Deivis Ferreras.

«La estrategia para ese combate final fue mantener la distancia y poder contraatacarlo, utilizando mi rapidez. No nos salió, pero lo intentamos en busca de la medalla. La decisión se produjo por un punto que inicié yo, pero el rival lo anticipó bien y se lo dieron. Estoy satisfecho, pero no conforme porque al llegar a este momento, con tan pocos cubanos acá, lo ideal era alcanzar la medalla de oro», comentó a los periodistas presentes en la sala.

«Superé por mucho el quinto lugar que me dieron los entrenadores en el pronóstico. Mi idea fue siempre colgarme una presea en el cuello, e ir mejorando su color poco a poco. Este dominicano tiene un alto nivel y siempre que nos enfrentamos el combate acaba por un punto, debido a situaciones tácticas que me faltan todavía. Espero resolverlas y derrotarlo en el futuro», agregó con entusiasmo.

«Hoy le hemos dado un impulso a los compañeros que vienen atrás, que son muy fuertes y están bien preparados. Por eso confiamos en nuevos logros en las venideras jornadas», concluyó.