Por Roberto Ramírez, enviado especial

Barranquilla.- FUE CONCEBIDA como homenaje a las transformaciones de esta ciudad y se alza majestuosa, coloreada de rojo, amarillo, verde y azul, bajo el sugerente nombre de “Ventana al mundo”.

Dos columnas sustentadas en 80 toneladas de estructuras metálicas, 10 de aluminio y 510 metros cúbicos de concreto proyectan una sugerente imagen a base de 2 000 metros cuadrados de vidrios laminados en los colores de la urbe.

Aunque aún no se inauguró oficialmente ya genera que locales y visitantes se detengan impactados por su belleza, lo que acentúa vaticinios sobre su inclusión entre los íconos de una Barranquilla que por estos días se viste de Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Narran los seguidores de su proceso creativo que nació entre 100 propuestas presentadas en un concurso de arte urbano que terminó por premiar a la arquitecta local Diana Escorcia luego de que 2 941 personas intervinieran en la selección vía redes sociales.

«Es una estructura que expresa dinamismo», ha dicho la “madre” de la obra asumida por la empresa Tecnoglass en la glorieta industrial de la vía 40. «Quisimos recuperar esta rotonda abandonada para convertirla en una tacita de plata», comentó Christian Daes, uno de sus directivos.

La idea inicial fue instalar allí una fuente, pero «empezaron a llover ideas», sostuvo el representante del grupo identificado como el tercero más importante de “ventanería” y vidrios en el continente.

«Representa la identidad, el progreso, la creatividad y el talento de los barranquilleros», añadió sobre la ejecución generadora de unos 500 empleos.

Como siempre sucede, puede que tenga detractores, pero lo cierto es que se levanta impresionante y gana espacio como punto idóneo para atrapar imágenes que perpetúen en el recuerdo la estancia en esta tierra de personas siempre amables con los llegados desde la Isla grande.