Kazán, Rusia.- A PESAR de luchar con mucha garra pero con poco fútbol hasta el final, Argentina terminó abatida 4-3 por un conjunto francés que hizo gala de su tremenda velocidad en ataque ante una defensa lenta y un equipo carente de argumentos.

Cuando corría el minuto 14, Kylian Mbappé lanzó en contragolpe con una velocidad endemoniada que dejó parada a toda la defensa argentina, hasta que Marcos Rojo le derribó en el área.

El árbitro decretó el penal y Antoine Griezmann se encargaría de adelantar a los Blues 

Los galos continuaban dominando a placer, aprovechando su rapidez en ataque, aunque sin sacar partido de su superioridad física y táctica para rematar el choque.

Al final de la primera parte, cuando corría el minuto 41, Angel Di María resucitó a la albiceleste con un golazo a más de 20 metros de la portería probando el poder de su zurda desde fuera del área.

El resultado parcial reflejaba la igualdad en el marcador, aunque sobre el campo sucedía otra cosa, pues el conjunto de Sampaoli seguía mostrando muy poco juego y débil organización en el ataque.

En la segunda parte la albiceleste salía nuevamente con el cuchillo entre los dientes. Di María protagonizaba otro jugadón de por la banda izquierda en el que fue derribado por Benjamin Pavard 

Tras el cobro la pelota le rebotó a Leo Messi en la esquina del área quien mandó un disparo que finalmente tocó en Gabriel Mercado y desvió la trayectoria colándose en el fondo de las redes.

 Argentina ganaba 2-1 y el sueño de superar a Francia se convertía en realidad.

 No obstante, en el 57 Pavard se encargaría de bajar a los argentinos de nuevo a su terrible realidad.

Luego de un centro de Lucas Hernández por la izquierda que llega al costado derecho, el lateral Pavard la engancha para mandar un misil con un efecto fantástico.

A partir de ese momento se derrumbaría la defensa de los sudamericanos, evidenciando las notables carencias mostradas durante todo el mundial.

En el 63´ el lateral galo Lucas Hernández colgaba un balón en el área que no pudo despejar la defensa. La pelota le cayó a Mbappé que, tras un recorte en el área, disparó raso y batió al portero Armani.

La sentencia llegó en el 68, cuando los franceses demostraron su tremenda superioridad en velocidad y Oliver Giroud encontró solo nuevamente a Mbappé quien recibió y de primera puso el 4-2 en el marcador.

Los gauchos continuaron luchando en busca de un milagro, más con garra y coraje que con elementos futbolísticos y se acercó en el marcador cuando en el 90'+3 Sergio Agüero convirtió en gol un remate de cabeza.

La albiceleste estuvo cerca de igualar en los últimos instantes del partido pero un cabezazo de Maximiliano Meza se fue por encima de la portería de Lloris y la derrota fue inevitable.

Argentina se despidió así de la Copa del Mundo, en un resultado decepcionante para la selección que cuenta en sus filas con el mejor jugador del planeta. (PL)