Foto: ODECABE
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LA MÁXIMA fiesta deportiva regional regresó a tierras colombianas luego de 32 años, pero se mantuvo la característica de no ser la capital del país el centro de los Juegos. Si en 1946 la anfitriona fue Barranquilla, en 1978 Medellín tuvo a su cargo organizar la XIII edición, del 7 al 22 de julio.
Fue la culminación de un prolongado esfuerzo que hizo la ciudad, bajo el lema Compromiso de Todos, para celebrar el certamen sin ostentación, aunque con suficiente dignidad.
Guyana y Honduras no pudieron estar presentes por problemas económicos y de esa forma concurrieron 21 de los 23 países invitados oficialmente.
En el caso de los deportistas su número se elevó a 2 mil 605, de los cuales 648 fueron mujeres, como prueba de la constante incorporación de aquellas a la práctica del deporte de alto rendimiento.
La esgrima regresó al programa, pero el deporte de velas lo abandonó, entre otras cosas por tratarse de una ciudad enclavada en la zona montañosa del gran sistema de Los Andes. De todas formas, el número de deportes creció, con el debut de la natación sincronizada, y también la cuantía de las pruebas disputadas, en esta ocasión 188.
En el atletismo descollaron las actuaciones de estrellas como Silvio Leonard, Alberto Juantorena, Silvia Chivás y Aurelia Pentón. Entre ellos, a dos per cápita, coparon todos los metales dorados en las carreras de 100 hasta 800 metros planos, y después obtuvieron medallas adicionales en los relevos. Varios de los récords implantados por estos corredores fueron de tanta calidad que aún mantienen su vigencia.
Los llamados escarabajos colombianos se distinguieron como era de esperar en ciclismo, mientras los mexicanos continuaron dominando la natación y los puertorriqueños gozaron a plenitud con la coronación en la justa varonil de baloncesto.
Uno de los acontecimientos más sonados, aunque los boricuas no quisieran recordarlo, fue el racimo de nada menos que 24 carreras anotado por la novena beisbolera de Cuba en la tercera entrada del juego que momentáneamente perdía por 2-0 frente a Puerto Rico. Hubo 27 cubanos al bate, los cuales conectaron 17 jits, entre ellos nueve cuadrangulares, un triple y par de dobletes. Parece uno de esos récords que jamás podrán batirse.
Por otro lado, según proposición de los mismos cubanos, la Odecabe había acordado reducir a dos atletas por prueba la participación de cada país, en lugar de los tres permitidos desde la creación de los Juegos.
De esa forma, se evitaría el acaparamiento del podio de premiación por un solo país, reservando al menos la medalla de bronce para otro.
*Destacado periodista cubano fallecido el pasado año. Es el autor del libro Los juegos regionales más antiguos del mundo, sobre el devenir de los Centrocaribes.
I Juegos: Histórico acontecimiento con tres protagonistas
II Juegos: Avalancha de triunfos para Cuba
III Juegos: Primera edición con nombre completo
IV Juegos: Cuarto triunfo seguido para el béisbol cubano
V Juevos: Barranquilla, una sede salvadora
VI Juegos: Fortún y el béisbol brillaron
VII Juegos: Primer encendido del pebetero
VIII Juegos: Primera ausencia de Cuba
IX Juegos: Juegos en "idioma inglés"
X Juegos: La batalla cubana del Cerro Pelado
XI Juegos: El salto definitivo de Cuba
XII Juegos: Triunfo sólido en Santo Domingo
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