Foto: Roberto Morejón

La Habana.- REPETIR un oro conseguido por primera vez hace 72 años, en la misma ciudad colombiana de Barranquilla al que ahora regresa, es el sueño del equipo cubano masculino de voleibol que actuará en los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe que casi tocan a las puertas.

En el Activo de la Dignidad, celebrado este sábado, primó el ánimo de cumplir con ese objetivo, asumido igual por las parejas de playa en los dos sexos así como similar disposición de las muchachas de sala de batallar por un espacio en el podio.

El patriótico encuentro tuvo lugar en la sede del grupo empresarial estatal BioCubafarma, encargado de producir medicamentos, equipos y servicios de alta tecnología destinados al mejoramiento de la salud de la población, y la generación de bienes exportables con alto desarrollo científico.

Allí donde se concreta un fruto de la Revolución -como lo es también el movimiento deportivo de la isla- se recordó al Invicto Comandante con un material audiovisual que rememoró sus justas ideas e incansable afán en favor de su pueblo desde la adolescencia, su paso con huellas indelebles por el recinto universitario, el desembarco del yate Granma, la lucha guerrillera y su vehemencia tras la victoria del primero de enero de 1959.

Liván Osoria, capitán de la selección, leyó el compromiso y aseguró que competirán «con nuestro pueblo, el Partido y el líder histórico Fidel y con Raúl, acompañados del ejemplo de los héroes y mártires de las luchas de independencia, el honor, la dignidad y el coraje de sentirnos cubanos, seguidores del ejemplo de humanismo de nuestra Revolución».

El titular de la Federación Cubana, Ariel Saínz, aseguró que «en Barranquilla se escucharán las notas vibrantes del Himno Nacional, acompañadas de la dignidad de nuestros próceres como guía y faro de nuestros atletas. Con esos ideales y principios viajaremos convencidos de que sí se puede».

Tras la firma de sus compromisos, el  libro de la Dignidad fue ofrecido por Miguel David Suárez, subcampeón mundial sub-21 al Dr. C Antonio Becali Garrido, presidente del INDER, quien a su vez entregó la bandera a defender en la sede colombiana a Sulia Matienzo, capitana del equipo femenino, y a la campeona centroamericana y del Caribe de playa, Leila Martínez, el gallardete que acredita a este deporte Listo para los juegos que se avecinan.

Durante el acto se pudo disfrutar de las actuaciones del coro de la Escuela Primaria Vicente Chávez Fernández del municipio Boyeros, del trío Voces Cubanas integrado por alumnas de segundo año del Conservatorio Amadeo Roldán y del poema de Alejandro Mas, subdirector de formación integral de la ESFAAR Cerro Pelado, inspirado por la significación de la presencia de Cuba en esta cita regional.

Al concluir el emotivo encuentro Sulian manifestó a JIT que «me siento muy orgullosa de recibir en nombre de todos mis compañeros nuestra bandera que defenderemos con honor dando todo en el terreno, y muy contenta por la acogida en  la vecina casa de nuestra Escuela Nacional de los trabajadores de BioCubafarma, nos anima a competir con mucha responsabilidad por el pueblo que lo merece y el querido Fidel, que siempre nos va a seguir».

Nicolás Vives, director técnico, señaló que «este acto significa un compromiso más para el voleibol cubano y en especial de nuestro equipo que tiene el propósito de conquistar el primer lugar en Barranquilla y de asistir la próxima semana a la Copa Mundial de Retadores en Portugal, donde lucharemos por clasificar para la Liga de las Naciones del 2019».