La Habana.- NO EXISTIÓ mejor sitio que el Instituto Técnico Militar (ITM) José Martí para que el atletismo cubano dejara plasmado su compromiso de victoria hacia los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla.
Allí, en un espacio donde se siente como en pocos otros entornos la presencia del Deportista Mayor, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, la generación actual y del futuro se sintió más cerca de la historia.
Por eso fue unánime el respaldo a la medallista mundial del heptalón, Yorgelis Rodríguez, cuando aseguró que todos estaban dispuestos a «dar el máximo esfuerzo para alcanzar los resultados que necesita nuestro país, mantener una conducta intachable y realizar una competencia limpia de acuerdo con los principios de nuestra Revolución».
Todo ocurrió durante el primer Activo de la Dignidad con que los convocados a la ya muy cercana cita regional confirmarán su convicción de triunfo y lealtad al propósito de mantener el histórico primer lugar del medallero.
En la majestuosa instalación, antes Colegio de Belén, se disfrutó de una tarde de primicias, de encuentros generacionales y sobre todo de descubrimientos acerca del joven Fidel.
Un audiovisual con pasajes de su paso por esa institución entre 1942 y 1945, la visita al dormitorio que ocupó durante su estancia y al teatro en que pronunció su primer discurso en el 45, fueron complemento indispensable para una actividad en la que se recibió la bandera que defenderán en Barranquilla.
Jóvenes que irán a su primera cita de ese tipo como los triplistas Jordan Díaz y Cristian Nápoles, o veteranos de muchas batallas como el decatlonista Leonel Suárez y la maratonista Daylín Belmonte firmaron juntos el Libro de la Dignidad.
Escoltados por batallones de cadetes-estudiantes del centro y observados por hombres que los guían como el presidente del Inder Antonio Becali, el titular de la Federación Cubana Alberto Juantorena y el comisionado nacional Agustín Abril, todos aceptaron el reto de «dejar el alma en el terreno».
Glorias curtidas en combates anteriores como Javier Sotomayor, Anier García, Ana Fidelia Quirós, Enrique Fiquerola, Hermes Ramírez y Yipsi Moreno tampoco quisieron perderse los momentos vividos en un centro donde se disfrutó unir a tantas estrellas.
El coronel Manuel Osoria, director del Instituto, fue el mejor de los anfitriones, ejerció de guía ameno y conversó de “tú a tú” con este grupo de actuales y futuros campeones.
«Me disculpan los directivos aquí presentes, pero creo que no hay nadie más representativo que Leonel Suárez para recibir este recuerdo…», bromeó Osoria antes de regalar a los visitantes una imagen impresa de sus llegadas al centro, poco más de una hora antes.
Por su parte Becali agradeció el importante momento, confesó que siempre ha visto al deporte muy vinculado a la vida militar, por lo que requiere de dedicación y disciplina, y aseguró que el 15 de julio estarán todos partiendo rumbo al “combate”.
«Es la cita más compleja que vamos a enfrentar y pueden estar seguros de que cada triunfo estará dedicado al Comandante en Jefe», sentenció, y anunció que por eso será el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, el lugar ideal para abanderar a la delegación.
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