Camagüey.- REGALO de 8,40 metros que son lo mejor del año al aire libre ofreció hoy a su pueblo el saltador de longitud Juan Miguel Echevarría en el estadio Rafael Fortún de esta ciudad.
Un graderío colmado, otros muchos aficionados de pie en los alrededores y aplausos que nunca le faltaron en cada intento, marcaron el panorama para el reciente campeón mundial bajo techo, convertido en profeta en su tierra.
Aunque los 8,46 con que ganó a principios de este mes en Birmingham siguen siendo su mejor marca personal, el registro de esta tarde confirma estabilidad, avance y sobre todo potencialidades “al por mayor”.
«Confío en mi potencial físico, pero lo que más tengo fortalecido es el aspecto sicológico», confesó un Juan Miguel que a sus 19 años ha pasado a ser la figura de actualidad en el atletismo cubano.
«Iván es mi ídolo. Me ha hablado mucho de lo que debo hacer, me ha aconsejado y está seguro de que puedo romper su récord (8,71 metros)», reconoció rodeado de la prensa que durante tres días ha seguido el torneo nacional de cierre de macrociclo.
«Disfrutar cada competencia es ahora mi meta, y por pasos porque quiero llegar a Tokio 2020 con tres coronas mundiales», agregó feliz.
Su entrenador Daniel Osorio se declaró «contentísimo» al comprobar que la línea de trabajo está rindiendo frutos, pero sobre todo comprometido hacia metas superiores.
«Hemos mejorado varios factores, en especial su pensamiento competitivo, que era lo que no lo dejaba brillar», explicó Osorio, seguro de que las herramientas ofrecidas por los especialistas en sicología han sido un arma fundamental.
Técnicamente mencionó la carrera de impulso y el trabajo en los músculos estabilizadores de la fase de vuelo como dos factores en los que han hecho hincapié.
Adelantando sobre los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla confesó que serán sus propios compañeros, en particular Maikel Massó, los rivales a enfrentar, sin desconocer al mexicano Luis Rivera como otro hombre fuerte.
«Pero de todas maneras vamos a continuar la preparación contra rivales “técnicos” no contra humanos», aseveró sobre un tema en el que ha basado su estrategia.
Acerca de Tokio 2020 solo acotó que «la mirada está puesta allí, pero pasando antes por todo lo que tenemos, pues vamos a tener saltadores de nivel en todas las competencias».
Con esta buena noticia se despide un certamen que ha dejado buenos saldos, no tanto en marcas como en buen ánimo, muestra de un renacer del espíritu de competencia entre los preseleccionados nacionales y en especial el regalo de un buen espectáculo en esta provincia.
|