Foto: Calixto N. Llanes

La Habana.- VÍCTOR Figueroa Figueroa es un hombre de béisbol. La experiencia sumada como entrenador durante más de 40 años en los diamantes lo ha convertido en un técnico avezado.

“Chúa”, como todos lo conocen, destila sabiduría y tranquilidad cuando habla de pelota. Su carrera escalonada por la pirámide deportiva ha sido vital en los buenos resultados como preparador. Desde ese puesto también se conectan jonrones.

«Al béisbol llego como atleta. Comencé en la Eide. Estuve jugando hasta la categoría juvenil con compañeros de nivel como Pedro José Rodríguez, Héctor Olivera y Adolfo Borrell».

¿Cuándo comienza su carrera como entrenador?

Desde el año 1973 trabajo con los “Camilitos” de la primera categoría como entrenador. En 1974 dirijo por primera vez un equipo de primer nivel con los atletas que estábamos en el servicio militar. Después que culmino esa etapa paso a trabajar al municipio, y luego me incorporo a la Eide.

Muchos seguidores del béisbol no conocen su excelente trayectoria como entrenador de categorías infantiles.

En la Eide comienzo a trabajar con la categoría 11-12 años. Lo hice durante muchos años y alcancé resultados satisfactorios con el equipo de Villa Clara. Estos logros llevaron a que me designaran como mánager y entrenador, indistintamente, a varios eventos internacionales. Participé en seis o siete de la categoría, y siempre conseguimos buenos resultados.

Es muy importante la labor con estas edades porque es la que forma al futuro atleta. Fue una excelente oportunidad trabajar con niños durante tantos años porque es una enseñanza muy grande para cualquier entrenador de béisbol.

¿Cómo llega a las Series Nacionales?

Después de trabajar con las categorías infantiles me designaron comisionado de béisbol del municipio de Santa Clara. Dirigí el equipo del municipio que en 2002 se coronó campeón de la primera categoría. Llegamos bastante lejos en el torneo de clubes campeones que se celebraba en aquel momento, hasta que perdimos con Las Tunas.

Luego Víctor Mesa me llamó como preparador físico para la preselección de Villa Clara y fui designado entrenador del equipo.

¿Qué enseñanzas le dejó después de acompañarlo en la dirección de sus equipos durante más de diez años?

Con Víctor aprendí mucho, sobre todo el sentido estricto de la disciplina. A él siempre le agradeceré la oportunidad que me brindó de trabajar al máximo nivel del béisbol en nuestro país.

¿Cómo pudo conjugar su carácter flemático con la explosividad de Víctor Mesa como timonel?

No fue un problema porque uno sabe que no es el primero, es el segundo y tiene que rendirle cuentas al que dirige. Pero tuvimos una buena relación durante más de diez años, y te repito siempre le agradezco la oportunidad de trabajar en las series nacionales y en eventos internacionales.

En una ocasión le escuché decir que priorizaba mucho la defensa en la preparación de sus equipos. ¿Por qué?

Siempre tengo una premisa en mis equipos: hay que anotar más carreras que las que permites. Por supuesto que la ofensiva es importante para fabricarlas pero para impedirlas están el pitcheo y una buena defensa que apuntala a los lanzadores. Por eso le doy tanta importancia a la defensa y generalmente los equipos que preparo defienden bastante bien. Los números hablan. La mayoría de los equipos que he preparado han conseguido más de 50 victorias en temporadas regulares.

Víctor Figueroa ha ganado fuera de Cuba pero aquí el título ha sido esquivo...

No he podido ganar en Cuba en las Series Nacionales. No pude con Villa Clara y tampoco lo he conseguido con Matanzas pero el equipo lleva siete podios consecutivos. Eso es algo bien meritorio que a veces no reconocemos. Como entrenador estuvimos seis veces entre los medallistas, y ahora como director repetimos.

No me ha tocado pero estaremos nuevamente con Matanzas con el objetivo de clasificar primero, y después luchar por el título.

¿Cómo ve la salud del béisbol cubano rumbo a Barranquilla?

Está en un momento muy favorable. Hay  varias figuras jóvenes con mucho talento con las que debemos trabajar en el pensamiento.

¿Cómo tú piensas para contrarrestar al contrario?

Eso es muy importante. El béisbol no es solo batear, correr y tirar. Hay que pensar para hacer las cosas bien. La anticipación es sumamente importante. Y eso es lo que le falta a los muchachos, porque el talento lo tienen. Pero creo que puede salir un gran equipo.

Este gran preparador físico ha entrenado varias selecciones asistentes a los tradicionales torneos que se celebran en Holanda. También estuvo en el Tercer Clásico Mundial, los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, el tope frente a universitarios norteamericanos en 2014, los panamericanos de Toronto y el Premier 12.

Su experiencia sigue al servicio del béisbol cubano porque a  Chúa le quedan muchas enseñanzas por brindar en los diamantes. Y todavía sueña, como miles de matanceros, con un título de Cuba.