La Habana.- BUSCAR incluirse en el cuadro de medallistas individuales, como mismo hicieron en el de dobles, será el objetivo de los cubanos Liván Martínez y Andy Pereira este viernes en el cierre del Campeonato Latinoamericano de tenis de mesa.

Fueron ellos los únicos de casa con “vida” tras el avance del cuadro principal del single, y lo consiguieron con buenos partidos marcados por tónicas diferentes.

Liván necesitado de trabajar muy bien los saques cortos y el ataque de revés ante el conocido chileno Juan Lamadrid, un hombre que es el número 11 del ranking de la región y 140 del mundo, con muchos más partidos internacionales.

Los tanteadores fueron de 11-9 para el de casa como inicio y aunque luego cedió 8-11 se recuperó para poder agenciarse consecutivos 11-9, 11-9 y 13-11.

Mucho menos complicado resultó para Andy el mexicano Damián Arce, como demuestra el 4-0 ganador (12-10,11-7,118 y 11-9).

El azteca tuvo en contra que llegó muy cansado luego de un extenso duelo frente al barbadense Mark Dowell en la fase de 32.

Moisés Campos “chocó” contra el brasileño Humberto Manhani y cayó 3-4, en tanto Juan Damián Rondón 4-2 cedió a manos del dominicano Mariano Lockward.

Sin cubanas quedaron los octavos de final entre mujeres luego de que Lisi Castillo y Shelly Machado cedieran en sus duelos ante la chilena Daniela Ortega y la brasileña Jessica Yamada, por ese orden.

Lisi estuvo delante 10-7 en el séptimo y decisivo set, pero no encontró su juego y terminó cediendo 13-15 ante una rival que parecía más asequible que Yamada para Shelly.

En la ronda de 32 habían caído antes Idalys Lovet, Estela Crespo y Liz Dainet Rodríguez, las otras ascendidas al cuadro principal desde la fase de grupos.

En sentido general las anfitrionas cierran así una actuación discreta, sin llegadas a medalla en ninguna de las pruebas, pues se quedaron fuera en equipos, dobles y tampoco pudieron en el mixto.

Los hombres, que ganaron bronce como equipo, aseguraron además entrar al cuadro de premiados en los dobles y todavía podrían llegar a la final con alguna de las combinaciones de Andy-Moisés o Rondón-Liván.