La Habana.- LAS POLÍTICAS públicas impulsadas por Hugo Chávez dieron un giro al deporte venezolano.
Pasados cinco años de su desaparición física, sufrida el 5 de marzo del 2013, su legado es parte de los avances de un sector que dejó atrás muchos capítulos de desatención y olvido.
Ejemplos sobran, y parten desde el quehacer desatado en la base, donde las misiones han fortalecido el acceso de todos a la actividad física, con marcado apoyo de colaboradores cubanos.
«Uno recuerda el deporte; yo aprendí a perder desde niño, a reconocer a un bateador cuando no pude y me sacó la pelota de jonrón», dijo una vez en torno a las virtudes del deporte.
«A mí me gusta, incluso, darle la mano y un abrazo. Ah, pero también aprendí a ganar y a ser humilde en la victoria y aspirar a un adversario que reconozca con honor nuestra victoria», sentenció como expresión de los valores defendidos.
Él mismo fue un practicante apasionado desde pequeño.
«Nunca olvido que ese fue uno de mis sueños. Detrás del ejemplo del “Látigo” Chávez. Isaías Chávez, a quien yo admiré tanto y que murió el año 1969 cuando iba hacia las Grandes Ligas», narró sobre el lanzador que le inspiró como atleta.
«El “Látigo” tenía 23 años cuando cayó aquel avión, allá en Ziruma. Era un domingo, me levanté un poco tarde. A mí se me vino el mundo. Tenía, catorce años y el sueño de ser como el “Látigo” Chávez», precisó el Comandante Eterno.
La prioridad asignada por él permitió que un frente tan marginado y necesitado de protagonismo fuera visibilizado y terminara por brillar en premio al apoyo moral y económico que generó la Revolución Bolivariana.
No por gusto fue un tema recurrente en sus intervenciones, consciente del papel a desempeñar en cuanto a compañerismo, competitividad, esfuerzo y superación.
«El deporte transforma a los individuos y estoy convencido de que a través del deporte podremos construir la patria nueva, una sociedad con valores humanistas y con justicia social», sentenció.
Un sólido paso llegó con la Ley Orgánica de Deporte, Actividad Física y Educación Física (2011), diseñada para captar mayores recursos para el desarrollo de estas actividades a través del aporte que se obtendría de las utilidades de las empresas públicas y privadas con fines de lucro.
Y en momento especial se erigió la Copa América de fútbol del 2007, cuando se concretó una importante inversión que permitió concretar un proceso de construcción de tres estadios, en Barquisimeto, Mérida y Maturín, y la remodelación de otras sedes.
Chávez dignificó el deporte. Le dio rango constitucional en la Carta Magna en 1999, con su artículo 111, destinado a consolidar al gremio y velar por sus deberes y derechos.
El pueblo, principalmente los sectores olvidados por la IV República, nutrió el alto rendimiento y el deporte asumió peso en el propósito de alejar a los jóvenes de vicios como las drogas y el alcohol.
Más de 200 convenios de cooperación internacional, la creación de la Liga Bolivariana de Béisbol (2003), la Misión Barrio Adentro Deportivo (2004), la Universidad Iberoamericana del Deporte y la Agencia Bolivariana Antidopaje (2004) son acciones concretas vinculadas a la visión del tenaz combatiente.
Los Simoncitos Deportivos (2004), el Centro Nacional de Ciencias Aplicadas al Deporte (Cenacade) (2004), el Ministerio del Poder Popular para el Deporte (2006), las Unidades Educativas de Talentos Deportivos (2006) y Fundaexar (2006) se suman al interminable listado.
Chavéz también creó la Universidad del Deporte (2006), la Liga Deportiva Samuel Robinsón (2012) y el Plan de Desarrollo Económico y Social, y fomentó el aumento de becas para atletas.
Apoyó el nacimiento de los Juegos del Alba (2005) y el desarrollo de una infraestructura que incluyó nueve estadios de la Copa América (2007), así como las ciudades deportivas para los Juegos Nacionales Cojedes (2003), Andes (2005) y Llanos (2007).
Mucho agradece el deporte a este hombre que los cubanos recuerdan hoy con la tristeza de su adiós y el optimismo que inspira por siempre.
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