Bayamo.- EMOCIONES a raudales coexistieron este jueves entre capitanes de equipos nacionales y secretarios de comités de base de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), durante su recorrido por sitios históricos de la provincia de Granma.

El protagonismo fue –sin dudas- para los historiadores Alberto Desp Castellanos, del Complejo Monumental Desembarco del Granma, en Las Coloradas; y para César Martín García, del Parque Museo La Demajagua, Monumento Nacional.

Ambos “hipnotizaron” a atletas, Glorias Deportivas y funcionarios de la UJC y las Escuelas Nacionales de Formación de Atletas de Alto Rendimiento Cerro Pelado y Giraldo Córdova Cardín.

Los oradores brindaron conferencias magistrales en el sitio de los hechos a ávidos interlocutores, quienes colmaron de preguntas e inquietudes a quienes desde ya consideran sus  “profes”.

Desp Castellanos “embrujó” con su sapiencia al exclusivo auditorio, al rememorar la epopeya vivida por los expedicionarios del Granma a partir del 2 de diciembre de 1956.

«Con el pecho desbrozaron ese camino de kilómetro y medio que ustedes acaban de recorrer. Ahí no entrababa machete alguno. Solo la decisión y el valor de esos muchachos pudo vencer al mangle», dijo.

«Fueron dos horas angustiosas para llegar al firme», recalcó desde el mismo lugar en que encalló el yate y saltaron al agua Fidel y sus compañeros de lucha.

«Fidel sabía que si perdían un minuto eran hombres muertos», argumentó.

Igualmente rememoró que el mismo Comandante en Jefe reconstruyó en 1960 todo lo ocurrido, por lo cual hoy existe el Complejo Monumental, una visita obligada para los que aman la historia de la Revolución Cubana.

A varios kilómetros de allí, en los restos del otrora ingenio La Demajagua, Martín García enamoró con verbo apasionado.

«El Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes fue hombre cabal que temprano comprendió la necesidad de liberarse del yugo español», expresó.

«Esto que ustedes ven es lo que quedó del bombardeo de que fue objeto este lugar de una cañonera española Neptuno en 1868, después que Céspedes liberara a sus esclavos y se alzara en armas», abundó.

Se refería a la célebre rueda dentada y otros accesorios que, junto a la Campana de la Demajagua, son hoy parte indisoluble de la identidad de una nación indoblegable.

Otra parada de excelencia ocurrió en el municipio costero de Media Luna, donde se halla el Museo Casa Natal de Celia Sánchez Manduley.

En el inmueble, de arquitectura ecléctica que asemeja al bungalow americano de la época, los miembros de la delegación constataron el por qué de la formación progresista de la Heroína de la Sierra Maestre, bien denominada además como la Flor más autóctona de la Revolución.

Joya preciada del patrimonio cubano, la casa atesora objetos pertenecientes a Celia, entre ellos un jeep militar de fabricación soviética, en que primaron los flachazos y los “selfies” de los concurrentes para dejar constancia gráfica de un momento inolvidable.

La visita al Obelisco al Indio Hatuey permitió conocer, además del terror impuesto por los colonizadores españoles, la epopeya del Grito de Yara dado por los nacientes mambises, en lo que constituyó el primer combate del ejército compuesto por hombres amantes de la libertad, liderados por Céspedes.

«Esta es una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida vinculada al deporte», expresó Raydel Carales Manzano, ex atleta y hoy preparador del equipo femenino de polo acuático.

«Escuchar de boca de estudiosos detalles que los libros de historia no reflejan incrementa la visión que tenemos de esos hombres grandes que han hecho la Patria”, valoró.

Este viernes, última jornada en esta provincia, el programa comprende visitar los Monumentos Nacionales de Dos Ríos, lugar donde cayera el más universal de los cubanos, José Martí; la loma de Braulio Coronaux, muerto en combate ante el ejército de Batista; y visitas al jardín botánico de Cupainicú, en el municipio de Guisa, entre otros.