Foto: Roberto Morejón
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Guadalajara.- BASTARON dos jornadas de la Serie del Caribe de Béisbol organizada en esta ciudad para confirmar el interés de varios clubes de ese circuito en torno a jugadores cubanos.
«No es noticia», dirán con razón muchos lectores, pero llama la atención que subsistan dudas en torno a las razones que impiden una contratación libre de condicionamientos humillantes.
Expuesto en otras palabras: muchos parecen desconocer que una moción presentada por Puerto Rico limita ese flujo hacia las ligas de la región, a partir de que la Isla del Encanto está sujeta a las leyes estadounidenses.
Más claro aún: su condición de estado libre asociado coloca a la tierra de Roberto Clemente en la obligación de asumir las leyes del Tío Sam, incluidas las disposiciones que emanan del el bloqueo económico, comercial y financiero largamente ejercido contra La Habana.
En el contexto beisbolero les deja sin opciones de negociar con atletas residentes en Cuba, lo que les colocaría en desventaja cualitativa si los restantes países miembros de la CBPC dieran un paso detenido por ahora desde esa propia entidad.
Sin embargo, JIT ha conocido aquí que varios directivos de equipos están en contra de pagar ese precio, y el tema parece llamado a ocupar espacio en futuros debates, como se vislumbra con la aspiración cubana de ser admitida como miembro pleno.
De tal forma podría acceder a premios que hoy le están negados y convertirse en escenario del certamen, un sueño acariciado por no pocos amantes de la disciplina.
Higinio Vélez, presidente de la federación cubana, reiteró en esta urbe que se trata de una postura conocida por la CBPC, también atenazada en ese ámbito por los entuertos legales del bloqueo.
Quizás valga recordar que los beisbolistas procedentes de Cuba son los únicos obligados a renunciar a su país para ocupar espacio en las Grandes Ligas, origen de fenómenos claramente evitables que van desde el robo de talentos hasta el tráfico de personas.
El sistema de contratación es un hecho en Cuba desde hace varios años, y sus saldos serían mucho más impactantes si un mercado tan natural como este no le cerrara sus puertas.
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