La Habana.- EL CAMPEÓN olímpico de espada francés Hugues Obry añora por estos días los duelos con “mosqueteros” cubanos en el recinto ferial PABEXPO, de la capital cubana.

«Esperábamos con ansiedad los torneos en Cuba. Enfrentar al ganador de la plata de los Juegos de Atlanta de 1996, el cubano Iván Trebejo, era un gran honor», dijo a JIT en un descanso de la Copa del Mundo del arma que lo encumbró.

Actualmente entrenador del equipo femenino chino destaca entre los concurrentes a la cita en la Ciudad Deportiva capitalina por dar las orientaciones a sus pupilas a través de una traductora que enfatiza con “pelos y señas” cuanto le trasmite el monarca por equipos de Atenas 2004.

Por aquellos días de la década del 90 esta capital recibía a centenares de tiradores lo mismo de florete que de espada o sable.

«Los certámenes Villa de La Habana representaban iconos para los seguidores de la esgrima en el planeta», expresó.

Nombrado caballero de la Legión de Honor, se dedicó tras su retiro a entrenar como asistente al equipo francés de varones en el 2008 y más tarde - entre 2012 a 2016- fue jefe del adiestramiento de la potente escuadra gala.

Director técnico del Levallois Sporting Club, hoy funge como preparador del conjunto chino en el que milita la tercera del planeta Yiwen Sun.

«Son muy esforzadas y buscan siempre perfeccionar los movimientos. Técnicamente están entre las mejores del planeta. Pienso que tendremos un buen equipo para las Olimpiadas de Japón en el 2020», enfatizó.

«Vinimos a esta copa porque conocíamos que sería una oportunidad ideal para enfrentar a muy buenas espadachinas. Esto es casi un mundial del arma. A mí, particularmente, además me place mucho estar en este país tan hermoso», destacó.

«Hoy la final se anuncia espectacular. Hay tiradoras muy buenas y no hablo solo de las primeras del ranking. También de unas jóvenes de mucha perspectivas», concluyó.