La Habana.- PESE A que sus principales figuras se tomaron un “diez” o debieron recuperarse de lesiones, la lucha deportiva cubana vivió un 2017 agradable, con resultados que mostrar y con la confirmación de que su reserva anda bien camino a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Los puntos más altos de la temporada fueron las medallas alcanzadas en los campeonatos mundiales absoluto, sub 23 y juvenil, pero las incursiones en los torneos continentales, la presencia en la Bundesliga Alemana y el ajetreo nacional también dejaron saldos muy positivos.

El triple monarca olímpico y cinco veces del orbe, el grequista Mijaín López (130 kg), observó los “toros desde la barrera” en el año que despedimos, algo lógico tras el desgaste del pasado cuatrienio. Dedicó tiempo a pensar en su futuro y optó por ir en busca de su cuarto pergamino bajo los cinco aros, una noticia que a todos nos llena de aliento y satisfacción.

Los clásicos Ismael Borrero (59 kg) y Yasmani Lugo (98 kg), oro y plata en Río de Janeiro 2016, por ese orden, se lastimaron a mitad de campaña y debieron dejar sus puestos para encargarse de la recuperación, proceso que ha rendido los frutos esperados. 

En ese estilo, no obstante esas ausencias, las huestes de Raul Trujillo celebraron el bronce de Oscar Pino (130 kg) en la cita universal de París 2017, donde Daniel Grégorich (85 kg) alcanzó un destacado séptimo lugar que pudo ser mejor árbitros mediante.

Con anterioridad, ese equipo había obtenido primeros lugares en el Torneo Cerro Pelado-Granma y en el Campeonato Panamericano de Brasil, gracias en este último a los premios dorados de Lugo, Pino, Yurisandi Hernández (75 kg) y Miguel Martínez (66 kg), más el subcampeonato de Grégorich.

La actuación internacional en ese estilo cerró por debajo de lo esperado en el Mundial Sub 23 celebrado en Bydgoszcz, Polonia, pues los dos exponentes de la Isla acabaron en los puestos 14 y Grégorich (la mayor esperanza) se lesionó días antes del viaje.

Para el estilo libre, conducido por Julio Mendieta, la temporada estuvo plagada de alegrones, pues en la Ciudad Luz dos de sus alumnos subieron al tercer escaño del podio, a decir Alejandro Valdés (65 kg) y Yowlys Bonne (61 kg); en tanto la Copa Canadá reservó las coronaciones de Valdés, Franklin Marén (70 kg) y Yurieski Torreblanca (86 kg).

Los libristas escoltaron a Estados Unidos (5-0-2) en el torneo continental, amparados en las victorias de Marén, Torreblanca y Davián Quintana (61 kg), la plata de Yudenny Alpajón (125 kg) y los bronces Luis Esteban Quintana (74 kg), Andrés Ramos (97 kg) y Reineri Andreu (57 kg).

Este último, precisamente, fijó la nota más alta de la etapa, al imponerse en el certamen del orbe para menores de 23 años en esa propia división, con lo cual se confirma la progresión de figuras jóvenes con vistas al presente y los venideros ciclos.

Los chicos de Mendieta también dominaron en el 2017 el clásico Cerro Pelado-Granma, con amplio botín de seis oros.

Finalmente, y con signos de admiración, debe resaltarse el trabajo de las féminas conducidas por Filiberto Delgado. La estrategia fue clara: "empezar por el principio", sinónimo de priorizar las lides de categoría para pensar luego en la élite.

Por ese camino se conquistaron tres medallas en el Panamericano Juvenil de Lima: las coronas de Mabelkis Capote (72 kg) y Lienna Montero (55 kg), y la plata de Yudaris Sánchez (67 kg). Luego, en el Mundial de la categoría, disputado en Tampere, Finlandia, Lienna y Yudaris ascendieron a inéditos metales plateados; para finalizar la campaña con un tremendo bronce de Yudaris en el certamen universal sub 23 de Bydgoszcz.

Sobra decir que las muchachas prometen muchos más éxitos en el periodo apenas abierto hacia Tokio 2020, lo que fortalecerá el bien ganado prestigio de esta disciplina dentro y fuera de Cuba.

En otro orden de cosas, los campeonatos nacionales individual y por equipos fueron un éxito, así como los eventos escolares y juveniles y la Gala Anual. El trabajo con los árbitros mantuvo su vitalidad y la contratación de gladiadores en Alemania tuvo en los libristas Valdés y Reineris Salas a dos tremendos exponentes.      

¡Hay lucha para rato!