Foto: Federación Internacional

La Habana.- QUEDAR sin medallas en el Campeonato Mundial de Montreal será una espina clavada para la gimnasia artística cubana, que dice adiós al 2017 con el saldo positivo de saberse “viva” para el futuro y el haber asegurado equipos completos para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla.

Aunque pueda parecer una contradicción, la falta de premios en la cita universal no fue necesariamente un mal resultado, pues se confirmó que hay potencial para lograr más, en especial con un Manrique Larduet quinto en el All Around y presente en otras dos finales.

El subcampeón mundial de Glasgow 2015 no pudo hacerse justicia esta vez y mucho influyó en ello, sin que sea justificación, la no siempre certera calificación de los jueces.

Enseñarse más, competir más, integrarse al calendario de copas del mundo u otros eventos de primer nivel es la cuenta pendiente para la gimnasia cubana, porque es imposible llegar a la cumbre sin una sostenida presencia internacional.

Un punto a favor es que no se depende solo de Manrique. En su papel de estrella lo acompañan Randy Lerú como el otro de más experiencia y en un segundo escalón hombres como Rafael Rosendi, Alberto Leyva y Yordanis Guerra.

Todos son integrantes del equipo que dominó la clasificación a Barranquilla 2018, y que lo hizo con un brillo total sobre países que en años anteriores habían sido superiores como Colombia y Puerto Rico.

Las mujeres, que incluso contaron con una figura menos por tener solo cuatro con el rango de edad necesario, también aseguraron boletos como colectivo con Yesenia Ferrera y Marcia Videaux impulsando el resultado.

A ellas no les fue bien en la mencionada lid universal, igualmente carecieron de algún fogueo previo y aunque hay mucho potencial también se impone más trabajo y concretar presencia extrafronteras.

Barranquilla debe ser la consagración para ambas a nivel regional. En ellas y sus compañeros varones se centran las esperanzas de varios títulos que tan necesarios resultarán para el propósito general de primer lugar como país.

En base a eso se trabaja sin descanso en una Escuela Nacional, afectada por la reparación de su gimnasio principal, algo que ha obligado a adecuar la preparación, sobre todo por el menor espacio físico de que disponen.

Múltiples estrategias han debido ensayar Carlos Gil y Yareimi Vázquez, responsables de uno y otro colectivo, y que pese a la juventud acumulan ya varios años en esas responsabilidades y será a partir de ahora cuando comiencen a recoger mayores frutos.

Las dos visitas del presidente de la Federación Internacional (FIG) Morinari Watanabe a La Habana y su especial interés por ese centro y Manrique en particular, corroboran el prestigio de un deporte con mucha tradición aquí.

Se impone entonces aprovechar ese auge para conseguir resultados que pudieran ser históricos y afianzar el relevo, pues está demostrado que existe el personal humano para ello.

RÍTMICA TAMBIÉN SEGURA A BARRANQUILLA

Su rango es inferior al de la artística si se compara con el mundo, pero incluso con esa diferencia la gimnasia rítmica también ha dado pasos de avance en el 2017.

El más importante fue confirmarse con equipo individual completo y sus dos conjuntos para la justa en suelo colombiano. Sin embargo, las muchachas de Nely Ochoa también necesitan más inserción internacional.

Un deporte de apreciación tiene que competir, aprender a enseñarse para hacer de cada presentación algo cotidiano, y ese ha sido y sigue siendo el mayor hándicap de las cubanitas.

Aunque al menos algunas de ellas lograron conocer “otro mundo”, luego de ser invitadas a una Copa de Clubes en Japón, ese parece el principal punto a enfocarse para volver a disfrutar de ascensos a podios al menos continentales.

Ellas sufrieron también con la todavía reparación de su tapiz e igualmente vieron reducido su lugar de trabajo, pero mantienen el ánimo crecido en pos de buscar más y hacer de Barranquilla otro punto de despegue para los sueños.