Ciego de Ávila.- LA CAPERUCITA y el lobo cobran vida en la enseñanza del béisbol en esta provincia. Se trata de la propuesta pedagógica del profesor Diorge Miranda, recogida en su tesis doctoral sobre la formación temprana de habilidades motrices básicas en niños de entre 4 y 6 años.

«La lógica interna del béisbol es una ofensiva que sea capaz de alcanzar una base. En estas edades las sustituimos por casitas que indican su número a través de la cantidad de chimeneas, mientras que el home play es la más grande y a donde pretende llegar la Caperucita.

»Del otro bando está una defensa que trata de impedirlo a través del lobo. A partir de esta iniciativa hicimos una propuesta en que las exigencias técnicas de la pelota se subordinan al nivel de los pequeños, dando lugar a un mayor desarrollo motriz y conocimientos sobre nuestro deporte nacional», explica Miranda.

El proyecto Ludi-Béisbol, con cuatro años de experiencia, se renueva en un terreno de características especiales, recreado con figuras geométricas que se ajustan a la terminología de la pelota, pero con un lenguaje propio de estas edades.

No solo el profesor se esmera en el singular terreno, sino que el apoyo de la familia es fundamental para el aprendizaje de los infantes.

«El niño llega a la casa y me dice: mamá vamos para la pelota. Está entusiasmado con las iniciativas del proyecto. Nosotros como padres también nos motivamos, venimos todos los días, practicamos con ellos y después en la casa, de forma práctica o no, ejercitamos lo aprendido. Es una idea brillante porque no existe otro juego que motive tanto a nuestros niños como este», asegura Yisel Cárdenas, madre de Cristofer, peloterito de solo cuatro años.

Este proyecto muestra sus resultados. En 2016 cuatro pequeños iniciados aquí asistieron al zonal nacional infantil, acogido por la provincia; y hace solo unos meses cinco de ellos compitieron en un certamen similar en Remedios, Villa Clara.

El Director Nacional de Béisbol, Yovani Aragón, de visita en el territorio, constató la efectividad de este método de enseñanza y manifestó el propósito de irradiarlo a todo el país.

«El deseo de la Federación Cubana de Béisbol es generalizar el proyecto a todas las provincias del país, para buscar desde edades más tempranas la motivación de los niños para practicar nuestro deporte. En La Habana, por ejemplo, se juega a estas edades, pero no con las particularidades pedagógicas creadas por Miranda. Es prioridad para nosotros lograr que cada territorio tenga su Ludi-Béisbol y que los profesores se basen en la experiencia de Ciego de Ávila», señaló el directivo.

Tal objetivo es posible y muy pronto dará sus primeros pasos. Miranda expondrá su tesis en la VII Convención Internacional de Actividad Física y Deportes (AFIDE 2017).

«Trataremos de mostrarle a Cuba y al mundo que en Ciego de Ávila hay talento y se puede detectar desde una edad temprana. Vamos a exponer el proyecto y sus resultados para después ofrecer talleres teóricos y prácticos a entrenadores de toda la Isla, como un método eficaz para la captación y enseñanza desde la edad prescolar. Ojalá que a la vuelta de un año en cada rincón de Cuba se esté aplicando, pues estamos seguros de que será una inyección importante para el rescate de nuestro deporte nacional», sentenció el autor.

Por el momento, 25 niños juegan pelota cada tarde en la capital avileña, decididos a que el lobo no se coma a la Caperucita.